|02|

1.2K 174 99
                                    


Takemichi murió.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
Bueno,tal vez no.

Fue difícil de aceptar, lo admite, ¡Pero de alguna manera se las había ingeniado para morir!

Takemichi observaba, tan pálido como el fantasma apenas salido de su cuerpo que creía que era, el cadáver inconsciente a un lado de él, ya de por sí ver a alguien muerto generaba un trauma,¡Pero él estaba viendo su propio cadáver,en el suelo, con la cabeza sangrando y—afortunadamente su rostro no parecía tener los indicios de mierda producto de ese zapato,aunque si apestaba,iu—los ojos cerrados!

Casi—CASI—quiere volver a lanzarse de ese edificio—aunque técnicamente no se lanzó, solo tropezó,¿Eso no podía contar como suicidio,verdad?—pero descartó la idea al considerarla un poco exagerada y ridícula.

Un fantasma tirándose desde un edificio para morir no era algo...eh...¿Común de fantasmas?(Le sorprendía la rápida aceptación que estaba teniendo de este tema), además, no quería que su versión espiritual fuera tan patética como su versión de carne y hueso.

Meditó unos segundos eso y asintiendo finalmente, se sentó en posición de indio frente a su cadáver.

Al final, Yamagishi tenía razón.

Su fantasioso amigo le había comentando hace un tiempo sobre esto,cuando alguien moría, tenía concedida una última visita en el mundo mortal antes de ascender a los cielos, según el intento de nerd con flequillo recogido, una vez muerto, el alma abandonaba el cuerpo, y esta misma, tenia permitido recorrer las tierras que piso en vida por última vez.

Ahora mismo, Takemichi estaba frente a su cuerpo muerto,por lo que suponía que en este momento era un alma en pena en su último recorrido.

Sin embargo, nada de eso explicaba porque su cabeza dolía tanto como si la hubiera estrellado contra el tronco de un árbol.

Fijo su vista en los alrededores,notando lo abandonado que estaba el lugar,era de suponerse,pensó,había caído en la parte trasera de la escuela, nadie con sentido común pasaba por la parte trasera de la escuela,decían las malas lenguas que los delincuentes más macho pecho peludo se reunían aquí para armar sus planes conspirativos contra sus próximas víctimas,aquellos destinados a ser emboscados por esa masa de hierva mala de la sociedad—como el subdirector solia llamarlos—no vivían para contarlo.

Obviamente Takemichi no creía esos rumores,realmente no,pero tampoco se atrevía a pasearse como si nada por este lado abandonado de la escuela, era un idiota,pero un idiota que apreciaba su vida.

O eso había creído hasta el día de hoy.

Sin mucho que hacer más que apreciar su cadáver—Takemichi creyó que alucinaba cuando vio su propio pecho inflarse,así que no prestó atención—se levantó del suelo y camino regreso a la parte poblada de la escuela.

Esta sería la última vez que podría caminar por aquí, ¿Verdad? Takemichi sabía que muy pronto alguien encontraría su cuerpo y probablemente muchos se enterarían de su muerte, incluyendo a sus amigos,él no quería irse viendo los rostros tristes de su preciada familia,así que aprovecharía el tiempo que le quedaba antes de ser encontrado para ver por última vez la felicidad que siempre lo llenaba de calidez en los rostros de las personas que tanto amaba.

Si tan solo Takemichi levantara la vista del suelo,si tan solo ese niño de brillantes ojos zafiro no fuera tan distraído, se hubiera dado cuenta de las miradas asustadas y llenas de respeto que le dirigían las personas con las que se cruzaba.

¡¿Takemichi es Mikey?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora