Capitulo 7

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El final del verano se acabó y llegó el dia de irnos hacia el andén para abordar el tren.

– ¿Ron llevas todo? 

– Que sí mamá.-- le respondí mientras con Harry poniamos nuestro baules en el coche que había sido, bajo la ignorancia de mamá, encantado para que cupiera todo el equipaje

-- ¡Bien, suban todos!

Papá arrancó el coche y cuando habíamos avanzado un buen tramo George gritó que se le habían olvidado su caja de bengalas de la tienda Magic . Cinco minutos después, el coche tuvo que detenerse en el corral para que Fred pudiera entrar a coger su escoba. Y cuando ya estaban en la autopista, Ginny gritó que se había olvidado su diario (debo decir que fue otro ya que el maligno lo tengo yo) y tuvieron que retroceder otra vez. Cuando Ginny subió al coche, después de recoger el diario, llevabamos muchísimo retraso y los ánimos estaban alterados.
Papá quiso utilizar el botón de invisibilidad para ascender por el aire pero mamá se negó rotundamente.

Le quita diversión a la vida

Llegamos a King 's Cross a las once menos cuarto. Tuvimos que correr para ir a buscar los carritos para los baúles que quedaban en la otra calle. Luego debimos vigilar con cuidado que ningún muggle notara la desaparición.

—Percy primero —indico mi madre , mirando con inquietud el reloj que había en lo alto, que indicaba que sólo teníamos cinco minutos para desaparecer disimuladamente a través de la barrera.

Percy avanzó deprisa y desapareció. A continuación fue papá. Le  siguieron Fred y George.

—Yo pasaré con Ginny, y ustedes dos nos siguen  —dijo mamá, cogiendo a Ginny de la mano y empezando a caminar. En un abrir y cerrar de ojos ya no estaban.

– Bien, hagámoslo juntos.-- asentí en su dirección

Harry se aseguró de que la jaula de Hedwig estuviera bien sujeta encima del baúl, y empujó el carrito contra la barrera. Lugo nos inclinamos  sobre la barra de nuestros  carritos y nos  encaminamos con determinación hacia la barrera, cogimos velocidad. A un metro de la barrera, empezarmos  a correr y...

¡PATAPUM!

Los dos carritos chocaron contra la barrera y rebotaron. Mi baul saltó y se estrelló contra el suelo con gran estruendo, Harry se cayó y la jaula de Hedwig, al dar en el suelo, rebotó y salió rodando, con la lechuza dentro dando unos terribles chillidos. Todo el mundo los miraba, y un guardia que había allí cerca nos gritó:

—¿Qué demonios están  haciendo?

—He perdido el control del carrito —dijo Harry entre jadeos, sujetándose las costillas mientras se levantaba. 

Mierda

Quería darme de cabezazos con la pared se me había olvidado un factor fundamental…no íbamos a cruzar por culpa de Dobby 

Si que eres incompetente

Callate

—Vamos a perder el tren —se quejó

Mire el reloj gigante de la estación. Diez segundos..., nueve segundos... Tres segundos..., dos segundos..., un segundo…

—Ha partido —dijo, atónito—. El tren ya ha partido ¿Que vamos hacer?

– Esperar como niño buenos.-- mencione

– No– su rostro se ilumino.-- Ocuparemos el auto de tu padre

Trate de idear otro plan pero lamentablemente se me había olvidado traer dinero muggle

Mamá debí hacerte caso y revisar mi baúl y mis bolsillos.

– Bien.-- accedi.

¿Enserio tan rapido yo acepto las cosas?

Abrimos paso a través de la multitud de muggles curiosos, salimos  de la estación y regresamos a la calle lateral donde papá había aparcado el viejo Ford Anglia. Metimos los baúles en el maletero y subi en el asiento del conductor mientras Harry estaba en el asiento del copiloto

– Vigila.-- dije mientras encendía el diminuto botón plateado que había en el salpicadero haciendo que el coche desapareciera con nosotros 

Espero que todo salga bien

Soy Ron weasley II Donde viven las historias. Descúbrelo ahora