002

1K 77 21
                                    

𝑯𝒊𝒆𝒓𝒃𝒂 𝑴𝒂𝒍𝒂

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

𝑯𝒊𝒆𝒓𝒃𝒂 𝑴𝒂𝒍𝒂

𝐃𝐢𝐬𝐭𝐚𝐧𝐜𝐢𝐚, 𝐧𝐨 𝐦𝐞 𝐜𝐨𝐦𝐚𝐬.

El transporte se detuvo, aparcando a solo unos centímetro del lugar. Inessa fue la primera en bajar y llegar a la entrada del instituto, mientras en el camino venía Leia quejándose de sus piernas cortas.

Se movía despacio, despejando con sus manos el cabello en su rostro ante la exasperación del repetitivo gesto de quitárselo.

⸻Oye, ten cuidado. No querras causar problemas desde tan temprano⸻ aquel brazo se posó delante de su cuerpo, detuviendo su caminata. Parecía que sus reflejos no estaban al cien por ciento ese día, más cuando sintió el curioso gesto en su cabello por parte de él.

Levantó su vista con la señal latente al percatarse de Dom, quien venía llegando a la par con Yuna.

Si lo dices con más preocupación, seguro lo tomare en cuenta, pero...⸻ contestó ojeando detrás de él, cosa que el moreno sonrió dudoso. ⸻No me hare responsable si vuelves hacer eso otra vez⸻ un fuerte manotazo se incrustó en la mano del moreno, quien se alejo con asombro.

⸻D-dios, solo trataba de ayudarte, ¿Porque las mujeres son tan agresivas conmigo? ⸻ soltó una extraño puchero antes de irse junto a Yuna, la cual aprovecho de trincarle el pie un poco molesta por su comentario.

"¿De qué mujeres hablas, idiota?"

Luego les tiro un saludo a lo lejos con un movimiento de mano antes de alejarse.

No era novedad que Dom fuera tan expresivo al momento de refregarse contra Yuna. Estaba segura que había recibido peores golpes en sus peleas callejeras, así que solo le hacía verse más tonto con aquella acción. Se rio junto a Leia observando a la vez, como Dom se agarraba de la cabeza por el continuo maltrato, diciendo que había sido atacado injustamente.

Inessa volvió retomar su caminata mañanera, después de sentir como la castaña tomaba de su brazo para comenzar a entrar al instituto. El sol a esa hora solía ser cálida, pero en esa circunstancia el frío viento se colaba por sus mejillas.

No era difícil descifrar que era un misterio para cualquiera, desde su llegada al país las personas solían observarla con más atención de lo normal. No era novedad, lo sabía.

Un poco más...y le mata la última neurona⸻ Leia sonrió, empujando su hombro antes de proseguir a lamentarse por Dom.

La castaña aguanto una carcajada mordiéndose la lengua, después de percatarse de la voz del pobre moreno que aún se lograba escuchar a la entrada. Yuna si que era de temer cuando se enojaba.

𝑯𝑰𝑬𝑹𝑩𝑨 𝑴𝑨𝑳𝑨 | Owen Knight. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora