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Dos días. 

En dos días regreso a su olor característico de siempre y su cabello que ahora estaba por toda su cabeza había sido teñido, finalmente iba a dejar en el pasado aquella insistencia en raparlo cada cierto tiempo y ahora optaría por usarlo peinado hacia atrás, le sentaba mejor y lo hacia ver incluso una persona elegante, mas guapo de hecho. 

Ahora estaba recostado en la bañera de su departamento que había abandonado un rato, agradeció por milésima vez que aquella señal del bar barato al que fue funcionase a la perfección, paso las manos por su cara y los músculos se marcaron por aquella piel canela, gracias a ese policía de pacotilla no había perdido musculatura en todo ese lapso fuera, como un vagabundo. 

Mientras tenia los ojos cerrados pensaba en su adversario, su nueva meta a matar y por supuesto, competencia.

No, no iba a ganar aquel idiota, ahora su cabeza daba vueltas en todo el asunto, pero no recordaba mas que aquella fragancia a café que emanaba de su cuerpo, que tonto, ni siquiera había tomado una sola gota ese día. 

—Kisaki Tetta. 

Abrió un ojo, Rindou estaba delante y un pandillero de Kisaki esta tras el, con la cara agitada y rogando porque no le hicieran nada, interrumpir su tiempo de baño era un pecado y debía de profanarse como uno. 

—Rindou.

El sonar de su voz denoto imponencia.

—Los atracos del banco nacional han comenzado, mejor aun, tenemos de ejecutar el plan a mas tardar mañana y pasado, en caso de que se le olvide. 

Levanto su torso y después le dio una mala mirada, apoyo un brazo en la bañera y sonrió. 

—¿En cuanto a la extorsión de empresas? 

Rodó los ojos, prosiguió a hablar con autoridad. 

—Eso, es un poco complicado. 

Levanto una ceja con altanería, ahora giro por completo el cuerpo y demostró enojo. 

—¿Qué no lideras Roppongi?

—No solo soy yo. 

Siempre estaba dejando en claro que era el segundo en actuar, estaba a la sombra de su hermano y siempre lo iba a estar, pero ahora tenia un cargo importante con el pandillero de la bañera.

—Y no por eso vas a frenarte. 

Retiro por detrás uno de sus cabellos, el estilo le sentaba bien pero aquellos cabellos cuando se trataba de ponerse tenso le daban ganas de arrancarlos. 

Dedico una larga mirada molesta, pero encontró su argumento. 

—Mientras tu estabas recorriendo todo Japón cual mochilero, yo estaba atracando Ginza de nuevo. 

Volvió a sonreír con burla asomada. 

—Y yo estaba cuidando la razón por la cual atracaste Ginza. 

No le pareció gracioso, miro sus mejillas, estaba ligeramente rojas, no sabia si era por el agua o por aquella sensación de verse mirado, aunque la verdad solo podía ver del torso hacia arriba y no dejaba mucho que desear, solamente alguien que se estaba duchando. 

—¿A que se debe?

Le miro, borrando esa sonrisa de su cara y repasando la lengua en sus labios, tenia un poco del agua encima y solo la retiro con un movimiento. 

—No te incumbe. 

Si, incluso siendo alguien de un ingenio irredimible se delataba muchas veces, en este caso su forma de actuar se sentía ajena. 

—Pensé que solo Hanma podría cautivarte. 

No dijo nada mas, el teléfono sonó y Rindou se hizo cargo de ir a atender este, de fondo en el pasillo se escuchaba como conversaba con un ajeno, haciendo caso omiso a lo dicho y regresando a cerrar sus ojos, disfrutando la piel caliente gracias al agua. 

Rindou regreso y le cedió aquel teléfono, sin abrir los ojos simplemente cedió la linea y hablo.

—¿Si?

—Hajime, cuanto tiempo. 

No reacciono a los nervios, simplemente llevo los orbes hacia el hermano Haitani, después hablaría con el. 

—En serio es un policía, Joven Naoto.

Del otro lado de la linea estaba girando uno de sus tantos lapiceros, revisando la puerta, tenia los nervios encima si no quería que rastrearan el lugar de la llamada, gracias a Takemichi  consiguió ese teléfono desechable. 

—Me preguntaba ¿Qué día tiene libre? No le pude invitar aquel desayuno. 

Con un gesto indico al contrario que se fuera de aquel baño, obedeció mientras el acompañante le hacia segunda, se sentó por completo en la bañera y sonrió cual colegiala. 

—Quizás el viernes, me gustaría verlo de nuevo. 

Peor que aun si estaban en la llamada, se escuchaba convincente, cosa que no dejaba de sorprender al chico de traje, finamente retiro la corbata de su cuello, la jornada laboral ya estaba finalizada.

—El viernes, nos vemos en About life coffee brewers a las 12.

Emitió un gruñido, de nuevo usar esa capucha negra y esos lentes espantosos que compro de paso en un 7Eleven.

—Claro, me muero de ganas por verlo ahí, creo que ya se en donde es la dirección.

Naoto dió una risa irritada.

—Efectivamente, nos vemos entonces Señor Hajime.

Colgó la llamada, dejando el teléfono en el suelo del baño.

Entonces tenia una cita y debía de vestir su mejor gala para ese día. 

『The Cage That Is ೫ Naosaki』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora