Una vez Shakespeare dijo "El amor no mira con los ojos, sino con el espíritu: por eso pintan ciego al alado cupido", y es que es verdad... El amor, el verdadero amor no entiende de prejuicios ni estereotipos, no ve color, raza, riqueza, edad, altura, belleza, ni siquiera pestañea a la hora de darse a descubrir, en un abrir y cerrar de ojos puede aparecer en tu vida, otra cosa es que nos demos cuenta de ello y no le lastimemos, porque a veces tenemos delante lo que queremos y solo le hacemos daño a pesar de que tal vez no lo merecemos.
Es curioso la verdad, como el humano puede ser tan ciego como el mismo cupido, hasta que claro con una flecha de plomo se revienta la burbuja y todas las ilusiones que teníamos se desvanecen dándonos un fuerte golpe con la realidad, situación que le ha sucedido a todos al menos una vez... La típica de llorar por amor... La broma favorita de cupido.
Pero no todo es malo, él también tiene su lado gentil y tierno, aunque en lo personal creo que lo muestra por error, ya que ese bebé rebelde en serio quiere hacernos la vida imposible a nosotros los mortales, pero es porque el amor es ciego y él representa la ceguera del amor en su increíble forma de no tener medida al manifestarse, y eso es lo que lo hace más real, puro y significativo.
Sé que puede doler... A mi me a dolido... Pero no debemos estancarnos allí solo porque cupido nos dio una mala pasada, porque en algún lugar del universo una bella persona estará con una flecha dorada esperando encontrarnos y brindarnos su amor verdadero, tan solo hay que ser pacientes, porque cuando llega, llega, y nunca se va si nosotros nos lo proponemos, a pesar de todo lo ciego que podamos ser... al igual que nuestro amienemigo, el alado cupido.
-Dedicado a Eros el dios del amor
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Cuando Un Escritor Dice Lo Que Piensa
RandomVivimos en un mundo hostil donde las palabras sinceras y los sentimientos puros quedan de lado por la avaricia, pero aquí no, al menos en mi mundo no. Mi nombre es Lisette Andrade, mejor conocida como Luna, soy escritora y defensora de la verdad de...