corre

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Se quedó observando su nuevo aspecto, aún no se acostumbraba, le parecía hasta una broma de mal gusto, lo único que logro sacarla de sus propios pensamientos de desaprobación fue como las pesadas puertas de su habitación se abrían de par en par, miro curiosa a la salida, tenía pensado correr pero no podía le habían puesto zapatos extraños, muy altos para si quiera que la tierra le ayudase a ser más fuerte y le de la velocidad necesaria para escapar

Con torpeza se acercó, por poco se cayó pero unas manos gentiles pero fuertes lograron atraparla, suavemente la princesa observo a su misteriosa salvadora y le dedico una sonrisa suave pero apenada, la sirvienta le devolvió la sonrisa, ninguna de las dos hablo, solo fue una conexión instantanea

Pero en ello la voz de la plata nuevamente resonó en la habitación-señorita debe tener más cuidado...muy bien, ahora cuando se presente, solo debe hacer una reverencia y decir "es un honor estar frente a usted", luego mantén silencio, solo hablará si el pide que hable, si te pregunta tu nombre dilo de forma directa y si el lo considera apropiado se quedará con su nombre, si no...bueno es obvio te lo cambiará-en demostración la sirvienta hizo una reverencia, con torpeza Bolivia hacia un intento de copiarla, pero solo lograba tropezar ligeramente con sus tacones, aquello sacaba pequeñas risas de la otra sirvienta, al notarlo la chica comenzó a hacerlo intencionalmente, era de esperarse apenas era una niña, las payasadas eran lo suyo, pero aquello no le hizo gracia para nada a La Plata -¿Le parece gracioso mi princesa?- soltó en un tono pasivo agresivo haciendo que la joven solo se pusiera erguida y negara con la cabeza

-no es eso...solo trataba–...-

-¿De dejarme mal? ¿Sabe lo que me hará el rey si su comportamiento no mejora?...¡me cortará el cuello! ¡¿Usted quiere ese?!-

-¡no! Claro que no...yo no...lo lamento, me portare bien- soltó nerviosa, la idea de que otra persona más muera por su causa me causaba un terror inexplicable y La Plata ya vio una forma de como mantenerla a raya

-confío en usted, mi vida está puesta en sus manos, un error suyo y lo pago yo- suavemente la tomo de sus manos, la princesa no sabía cómo reaccionar pero algo que si sabía era que su estómago no se sentía muy bien- bueno, es hora de irnos, su majestad odia los retrasos- rápidamente la saco de la habitación, como pudo logro mantener el equilibrio con esos zapatos tan incómodos

No pasó mucho tiempo para que esté en frente de unas enormes puertas adornada de oro, las puertas se abrieron lentamente dandole algo de misticismo a la situación

Se quedó estática al ver al Rey, lo reconocía perfectamente el era quien había engañado a su madre, el era el cusante de todo su dolor y pérdida, deseaba agarrar un cuchillo y cortarle la garganta ahora mismo, pero eso solo significaria su fin y su madre le había deseado una vida feliz y larga antes de irse

Las luces la cegaron momentáneamente, sus piernas se sentían rígidas y solo gracias a un sutil empujón que le dió La Plata pudo moverse, suavemente camino hasta el trono del rey manteniendo la frente en alto y un semblante serio, aquella caminata se le hizo eterna ya que el salón era muy grande, pero ni bien estuvo frente al Rey, hizo una reverencia, un poco torpe pero no se notó demasiado porque el Rey estaba mas ocupado observando los ojos de la doncella- es un honor estar frente usted...-solto en una voz algo baja demostrando su desden ante el

El monarca no se molestó solo elevó ligeramente su mano y contesto-déjame verte mejor-

La dama lentamente se puso erguida, el rey no completamente satisfecho, hizo una seña de que se acercara más

Algo incómoda apretó los pliegues de su vestido, pero sin objeción alguna se acercó al Rey, este tomo de su rostro y observó más detenidamente sus ojos, eran encantadores, casi igual de fascinante que los de su madre, en ellos estaba oculto el tesoro del amazonas, el beso de la madre tierra, la bendición de la vida o al menos eso se decía -bonito color de ojos...¿Cómo dices que te llamas?- el hombre soltó su rostro y rápidamente la chica bajo la cabeza, se sentía molesta con lo que me había dicho, pero prefirió tragar su propia molestia como si fuese el postre más amargo del banquete

-Bolivia...su majestad- soltó entre dientes, ese cruel hombre no merecía ningún tipo de reverencia, porque era tan respetado si al final solo era un vil asesino

-y ¿Cuál es tu edad?-

-15 otoños-

- eres joven y eres muy bonita, será fácil hacer que te desposen, pero una princesa tan bonita necesita un buen nombre y una buena educación...necesitas ser callada y obediente...La Plata se encargará de ello, por el momento mientras estés a cargo de elma también lo estara Perú de ti y desde hoy te llamaras Alto Perú- se quedó en silencio, que más podía hacerle este malvado hombre, le había quitado su hogar, su familia, su identidad y ahora su nombre, se lo habían advertido pero no entendía porque le dolia tanto, tal vez era porque sentia que las cadenas se apretaban cada vez mas fuerte a su garganta

El sonido de la voz del monarca de hizo borrosa y un poco indescifrable para la doncella, pero al ver como su mano hacia un gesto de que se vaya, algo aturdida y con la mente en blanco se alejo, saliendo así de ese gran salón lleno de cosas falsas y robadas

Se quedó afuera en el pasillo, sola con el eco de su culpa, se sentía apuntada y observada, comenzó a respirar desesperadamente tratando de alejar ese sentimiento

Tomo su vestido y lo alzó un poco, comenzó a correr por los pasillos del castillo buscando una salida, un poco de aire, un poco de paz, déjenla en paz, no es su culpa, ¡¡solo es una niña!!...solo es una niña...

El vestido fue maltratado por la forma en que corría y dejaba que alguna de las esquinas de los muebles de los pasillos desgarren la tela dejo atrás un zapato y cuando sentía que ya iba a tomar vuelo, una de sus piernas flaqueo dejándola caer al suelo

Comenzó a llorar, mientras miraba el reflejo de una de las ventanas, por la oscuridad y las velas podia vee como sus lágrimas limpiaban su rostro de esa pintura que tanto detestabas

Pero si llanto, no era solo por eso; buscaba un consuelo que ya no estaba, una voz que ya no se oía, solo quería un poco de amor

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Gracias a: Jen_Brighstar por votar primero en el anterior capítulo tu apoyo me motiva a seguir escribiendo, un abrazote para ti

Calla, Complace y...Vuela Donde viven las historias. Descúbrelo ahora