Recelo

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Charcas animadamente le relataba lo que decían los libros a la boliviana, mientras que esta solo se limitaba a mirar la ventana pensativa, sin prestarle atención a su dama de compañía

Bolivia: creo que dormiré un poco, podemos continuar con esto más tarde?

Charcas: si claro, como desee señorita

Bolivia: gracias, puedes retirarte

Charcas: bien, volveré cuando le toque almorzar

Bolivia: está bien...

Hablo ignorando a la charqueña aun mirando perdida a la ventana, Charcas suspiro triste

Agarro los libros y se dispuso a irse de la alcoba, Bolivia se levantó de su lugar y al ver que Charcas se fue, decidió ir a la ventana donde podía observar a sus canarios, ahora más que nunca quería una compañía sincera, quería escuchar en vivo a sus queridos amigos con plumas, pero al acercarse a la ventana noto que ya no estaban y entró en pánico, donde estaban sus queridas aves, las busco desdesperadamente con la mirada, pero sin encontrar nada, ya estaba a nada de salir de su habitación y gritar que buscarán a sus preciadas aves

Pero se escucho la puerta ser abierta y a la misma vez que alguien entró esta fue cerrada, escuchó el leve trinido de una de sus aves, eso la calmo, se dio la vuelta y vio que se trataba de La Paz, quien traía la jaula de sus canarios consigo

La Paz: creí que querría compañía

Hablo esta sonriendole a la boliviana, Bolivia emocionada se acercó a La Paz y saludo a sus queridos amigos

Bolivia: muchas gracias por traerlos... pero como los subiste sin que nadie se de cuenta?

La Paz: eso ya es secreto mío, pero no me vaya a delatar

Bolivia: jamás lo haría, gracias me hiciste muy feliz con este pequeño gesto

La Paz: a nadie le gusta estar solo y como siempre veo que cuida de una forma muy tierna a sus canarios, decidí traerlos

Bolivia: enserio gracias

Bolivia abrazo a la paceña, La Paz algo extrañada solo pudo darle palamaditas a la boliviana, Bolivia soltó una risita ante el actuar de la paceña, Bolivia invito a la paceña a quedarse, La Paz al principio se negó porque tenía que hacer sus quehaceres, pero después de mucha insistencia de parte de la boliviana, esta termino aceptando quedarse

-×-

Ya era hora del almuerzo, Charcas ingreso a la habitación de la boliviana, esperando encontrarse con ella durmiendo, pero la vio hablando animadamente con la paceña, mientras que esta le hacía trenzas, Charcas lentamente se acercó a ellas y dejó la comida en la mesa que había en el cuarto de la joven princesa en la cual había comido la noche anterior

Charcas: señorita...le traje su almuerzo

Bolivia: hum? Gracias Charcas, quieres quedarte con nosotras a platicar?

Calla, Complace y...Vuela Donde viven las historias. Descúbrelo ahora