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ℙ𝕠𝕧 𝕠𝕞𝕟𝕚𝕔𝕚𝕤𝕚𝕖𝕟𝕥𝕖.
Su corazón saltaba y latía desbocadamente en su pecho y dentro de él, se sentía nervioso, ansioso, sus manos sudaban, sus piernas temblaban y su mente estaba bloqueada por su omega que gritaba que el alfa que se encontraba delante de él era el suyo.
Nuestro alfa.
Y esque aún no se creía que tremendo alfa fuese el suyo, el era simplemente hermoso. Ojos azules, cabello castaño y corto, alto, imponente, sonrisa de ensueño y sobre todo esas arrugitas debajo de sus ojos. Solo había una palabra para describirlo.
𝓗𝓮𝓻𝓶𝓸𝓼𝓸.
Y el hecho de que literalmente tuviese a toda la escuela detrás de él no ayudaba mucho con su nerviosismo y ansias por quererse acercar a su alfa porque si, ese era SU alfa, lo sentían el y su omega, era su destinado.
Pero el destino había escuchado sus plegarias y había hecho que chocarán y este hermoso ser lo sostuviera entre sus brazos preocupado por su salud y acompañándolo a la enfermería para ver que todo estuviese en orden, eso era lo que hacía que su corazón palpitara al ritmo de cómo lo hacen los pompones siendo agitados por las animadoras del instituto, era como tener unos pompones como corazón pero esque ¡vamos! Que nadie lo podía culpar porque su destinado se preocupaba por él y no era un idiota que bien pudo haberlo dejado tirado ahí en medio de los pasillos e irse y no lo hizo.
Vamos que cuando lo sabes, lo sabes.
Cuando la enfermera dijo que estaba bien y podían retirarse algo dentro de él lo hizo sentirse triste porque lo más seguro era que ese hermoso alfa se fuese por un rumbo distinto al suyo y el se quedaría viéndolo a la distancia y suspirando por él.
Louis Tomlinson.
Era quien lo tenía así de mal por el desde hace más de 2 años pero este núnca lo había notado hasta este momento por ese vendito golpe por el cual sus pompis dolían un poco, por lo menos ahora podía contarle a zayn que había tenido la oportunidad de hablar con él.
-Yo una vez más me disculpo por haberte hecho caer- entonces harry no sabía de lo que hablaba si el había caído por sus propios medios desde hace años hasta que recordó el Otro suceso.
-oh! No te preocupes, todo está bien - respondió el omega jugando con los bordes de su faldita plizada y sus mejillas coloreandose de un leve rosa haciéndolo ver adorable y aun más hermoso a los ojos del alfa.
-Me sentiré empaz si aceptas salir conmigo por un helado de disculpa - sonrió dejando ver sus arrugitas que tanto amaba el omega.
-Yo... Yo, claro que quiero - sus mejillas se volvieron de un color mas fuerte y sentía a su omega llorar de felicidad por tener una oportunidad con su alfa, bailando y agitando sus propios pompones, festejando.
