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3 semanas después

Halloween y sus fiestas para jóvenes (y no tan jóvenes), alcohol, drogas, disfraces, robos, asesinos, muñecos embrujados, etc.

Todas esas cosas, que personas razonables evitarían, se acercan, desgraciadamente están más cerca de lo que piensan. Obviamente no falta el típico grupito del salón que quiere organizar a todo mundo para la tan esperada fiesta de disfraces. Para su mala suerte, sus amigos, eran ese grupito.

—No gracias—dijo a la invitación de Liz

—Ay andale. Vamos a ir todos disfrazados y nada más vamos a ser nosotros cuatro y algunos otros amigos, pero no son tantos. Y si quieres, también puedes traer a alguien.---insistió

—No creo—se negó una vez más. Su amiga la vio con una cara de amargura—Es que no me dan ganas y ya. No tengo disfraz y no quiero pensar en uno. No conozco a tus amigos y seguro que nada más me voy a quedar sentada toda la noche. Ni para qué salir—justificó simple

—Date una oportunidad. Si no te gusta, te llevo a tu casa y ahí queda.

—Es que si no me gusta para qué me voy a gastar el tiempo en hacerme un disfraz

—Tú piensalo. Vamos a ver chicas pesadas, Halloween, el conjuro y scary movie. Vamos a comprar hamburguesas y si no quieres, pues no tomes. Algo tranqui, wey. Tampoco es como que nos vayamos a poner super borrachos ahí todos tiesos.

—Pues a ver, qué sale. Tal vez. No sé. También depende de si mis papás me dejan.---terminó para levantarse de su silla e irse del salón.

No le molestaba salir. Le molestaba que sabías que no se iba a acoplar a esa clase de situaciones sociales donde van a hacer algo en especifico que ella sabe que no le gusta o no le llama la atención. Sin embargo, sólo eran ella y sus amigos, unas películas y comida chatarra. Algo así como una pijamada, pero con disfraces.

Nuevamente se adelantó unos pasos para llegar a estar justo al lado del muchacho pelinegro. Le dio un golpecito en el brazo y el contrario se quitó los audífonos que llevaba. Él dirigió su vista a la persona que lo había golpeado, listo para armar un problema o como mínimo reclamar disculpas. Cuando se encontró a la chica que estaba a su lado, sonrió y dejó que caminaran juntos.

—¿Eso qué?—preguntó él, refiriéndose al golpecito que le acababa de dar.

—Hola

—Hola

—¿Qué haces?---preguntó ella

—Caminar a mi casita—respondió de lo más normal—¿Y tú?

—¿Quieres ir a una fiesta de disfraces conmigo y mis... nuestros amigos?

—¿Qué amigos? ¿Tengo más amigos?---preguntó inocente

—Pues... si ¿no? ¿,Liz, Daniel y Luis? Digo, además de a mi.--- Lev levantó las cejas diciendo algo como "ah, vaya".

—"¿Apoco asi se llamaban?"---susurró para sí mismo. La contraria lo miró confundida—Bueno, ¿cuándo es la fiesta?

—Este viernes. En casa de Liz—el chico la miró esperando que prosiguiera, pues no sabía ni cómo llegar a su casa—No te preocupes, nos podemos ir después de la escuela a mi casa o directamente a casa de Liz, nos vamos en uber y llegamos. Easy.

—Ok, está bien. Después de la escuela

.................

—Va a venir un amigo en la tarde—comentó durante el desayuno con su hermano y su mamá, quienes la vieron expectantes a que explicara su declaración.

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