He aquí el poetastro,
Solo, triste y abandonado.
Cansado de la marcha sin fin
del expresionismo sin rostro
ha caído abatido por el fusil sistemático.
Guardamos un silencio
como el de los ignorantes y cobardes,
y en la soledad acompañada
de botellas vacías en sentimientos,
la ira es veneno que corre por mis venas
y el antídoto por hoy es inalcanzable,
y caigo en el letargo profundo y sin fin
de los sueños que adquieren una nitidez impresionante,
y veo un montón de pinturas sin terminar,
melodías inconclusas, poemas a medias.
¡todo es un puñado de sandeces!
un temporal de lágrimas enfurecidas,
y caigo de nuevo en el eufemismo
que llena de mesura mis escritos.
Quiero hacer de mi pluma un puñal
y del papel un novillo,
cultivar una rosa de metal
y enterrarla en mi corazón,
viajar hasta lo más profundo de mi alma
y de un soplido apagar la esperanza de días mejores
porque hoy todo es negro, diabólico
y enfermizo ¡me harte de todo!
hoy quiero ser un volcán
y explotar en palabras y melodías,
una interminable tempestad
y cada gota un aguijón venenoso,
cada rayo de luz
es una bofetada a mi rostro,
burlesco significado de felicidad inalcanzable,
felicidades que son solo palabras en el viento helado
perdidas en la esotérica paradoja universal,
poemas como vómitos putrefactos
de la educación recibida... incompleta.
Quiero volar ser una bala perdida
y herir a quien se atraviese en mi camino
no me importa,
nadar en contra de la corriente
y golpear el agua con furia,
lanzarme desde la montaña más alta
y caer cual avalancha,
arrasar todo a mi paso como un huracán,
revolver, destruir, devastar
el mundo onírico como un tornado
y condensar todo lo malo en un feto
y dar a luz mi oscuridad... a mi otro yo...
al ser maligno, irascible, odioso y tedioso.
Para poder entender lo incomprensible
y ordenar lo confuso,
para poder verme a mí mismo.