A la luna.

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Hoy te busque y no estabas,
Te has escondido tras una nube
Como una niña tímida en su sábana,
Yo te buscaba porque te necesitaba,
Buscaba tu muda compañía
Como si mi pena fuera tu pena,
Tu silencio le da voz a mi poesía.
Yo que te admiro por tu belleza;
Y sin ti, nada viviría;
Sin ti, la marea menguaría,
El viento se cansaría de soplar
Las flores, en creciente, no crecerían,
Pero de todo aún peor…
Mi mirada ya no te vería.

Como adorna tu presencia al universo
Mi dama pálida y silenciosa,
Tu que escondes las fechorías de los amantes,
Amiga de las estrellas y las sombras
Eres testigo de todos los romances,
Eres compañera de los vigías,
Confesora de los ansiosos,
Acompañante de los suicidas,
Amiga del insomnio,
Inspiración de poetas,
Cómplice de los ladrones,
Protectora de homicidas,
Eres espejo del sol,
Testigo de los deseos,
Seductora de lobos solitarios
Que te aúllan poesías en la noche;
Tu que velas la tristeza de los genios
Anestésico de filósofos,
Poetas, cantores, científicos,
Borrachos, deprimidos y astrónomos.

Yo quiero adorarte con este poema,
¡Oh! Dama ancestral del misterio
Princesa de rituales milenarios,
Reina de las noches primordiales
Diosa de los tiempos de antaño,
Señora de los eclipses
Acompañante de solitarios,
Que tu luz me acaricie por las noches
Que mis sueños te sigan en tu andar,
Obsérvanos desde aquí al infinito
Tu que mirarás el fin de los tiempos,
Te agradezco tu eterna compañía
En los tiempos buenos,
En los tiempos malos,
En mis noches y en mi poesía.

Poemas del almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora