Capítulo 4

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La compañía se encontraba en el barco, mientras que Bardo se encontraba remando, Violetta se encontraba sentada en suelo de madera, Bardo en ese momento casi choca haciendo que Thorin se enfadara.

-¿Qué es lo que intentas hacer? ¿matarnos? - preguntó Thorin exclamando con molestia.

-Yo me críe en estas tierras señor enano, si quisiera ahogarlos, no lo haría aquí - respondió Bardo.

-Ya estoy harto de este tipo - dijo Dwalin fastidiado.

-Bardo, se llama Bardo - dijo Bilbo soltando un respiro.

-¿Cómo lo sabes? - preguntó Bofur con confusión.

-Se lo pregunte - respondió Bilbo.

-No me interesa como se llame, no me gusta - dijo Dwalin.

-No tiene que gustarnos, solo tenemos que pagarle, venga muchachos aflojad esos bolsillos - dijo Balín que estaba contando el dinero en un barril como centro de mesa.

-¿Quién nos puede asegurar de que no nos traicionará? - preguntó Dwalin.

-Nadie, pero no tenemos mas remedio que confiar en el - respondió Violetta y Dwalin bufo.

-Tenemos un pequeño problemilla - dijo Balín, Thorin se giro hacia la mesa donde están colocadas las monedas - faltan diez monedas.

Thorin mira, mientras coge suficiente aire con los brazos cruzados y se dirige a Glóin.

-Glóin, vamos, danos lo que tengas - dijo Thorin.

-A mi no me miren. Esta aventura me ha dejado seco. ¿Y qué he sacado yo? Sólo miseria, hambre y frío... - dijo Glóin, algo se veía entre tanta niebla que levantaba el lago helado. En un tramo, se puede ver portentoso a Erebor y con el corazón de Violetta latiendo con fuerza se ve como la compañía se centra en el destino de su misión - tomen, aquí tienen las diez monedas.

Bardo se acerca a la compañía, pueden escuchar el sonido hueco de las botas, el mediano aclara la garganta y les indica con la cabeza.

-Denme el dinero - dijo Bardo extendiendo la mano.

-Tendrás el dinero cuando tengamos las provisiones y las armas, no antes - dijo Thorin.

-Si valoran su libertad, denme las monedas, tendrán que meterse en los barriles y permanecer dentro. Hay guardias más adelante - dijo Bardo.

La compañía dio el dinero y se metieron en los barriles, de nuevo, Violetta estaba por entrar en uno pero Bardo la detuvo - tu no.

-Eso es injusto - dijo Dwalin.

Todos los enanos se metieron en los barriles menos Violetta que se quedo sentada en el suelo de masera mientras miraba. Después de un rato llegaron llegaron a un pequeño puerto pesquero donde Bardo le pidió a un hombre que llenara los barriles con pescado, después de llenarlos, el hombre puso marcha hacia el lago.

-Ponte a lado de mi, diré que te encontré vagando sola - dijo Bardo.

Violetta hizo caso y se sentó a un lado del hombre. Después de unos minutos un poco largos llegaron al lago, donde Bardo hablo con un viejo guardia para que los dejara pasar, justo cuando este estaba dando el pase un hombre llego y lo detuvo, quitándole el pase de las manos al guardia, ese hombre llevaba el nombre de Alfrid.

-(Impresionante, de cerca es más feo todavía) - pensó Violetta.

-No vayas tan rápido - dijo Alfrid haciendo pausas en cada palabra - remesa de barriles vacíos del Reino del Bosque, solo que no están vacíos, ¿cierto Bardo? Si no mal recuerdo tienes licencia de barquero, no de pescador - dijo mientras agarraba un pez.

El Hobbit: Una niña en la compañíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora