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Kim TaeHyung se encuentra sentado detrás de su gran escritorio, revisando su celular. Y nada...
El hermoso Omega que lo dejo deslumbrado no le a escrito ni llamado en este mes. Se ha planteado ir a buscarlo. Pero sería muy loco. Solo lo conoció en el centro comercial, le compro ropa y ya. No eran amigos íntimos ni nada. Pero enserio quería que el Omega le escribiera para verse, su alfa quedó encantado con el Omega al igual que su parte humana.
— Porque no llamas. Omega — le preguntó a su móvil — debí ser yo quien pidiera su número. Tal vez se le olvidó.
Esa misma tarde. Saliendo del trabajo iría a buscarlo.
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Ya estaba por terminar su trabajo cuando la puerta de su despacho fue levemente tocada, TaeHyung levantó la vista — Adelante — soltó y pudo ver a su hermana entrar a su oficina.
— Faltan minutos para terminar, vamos juntos a casa — le pregunta kely a Tae
Suelta un leve suspiro al recordar que esa mañana vino en el auto de su hermana— Si, vamos juntos. Solo déjame terminar esto y te veo en el estacionamiento —
Son exactamente las siete de la noche, iría a su casa. Comería algo y saldría a comprarle algo Al bonito Omega. No llegaría a su casa así con las manos vacías.
Se encargó de guardar toda la documentación el las cajoneras, una vez listo. Tomo su maletín y cerro la puerta de su oficina con seguro. Se despidió de su secretaria y de varios empleados.
Una vez dentro del auto. Le tendió una sonrisa a Kely y ella se dispuso a conducir hasta su vivienda, todo el camino fue silencio.
Al llegar a su vivienda los recibio su madre con una cálida sonrisa, se dispuso a darles un beso en la mejilla a cada uno de sus Hijos
— Y ese milagro madre — pregunta kely. Ya se había acostumbrado a que su madre, o no estuviera en casa o que solo esperara a que su padre llegará
— Lo siento mis amores, les prepare algo de cenar — les dijo con una sonrisa y una cabeza gacha
TaeHyung abrazo a su madre y le susurro — Te quiero madre no te sientas mal. Yo te entiendo, se que debe ser duro para ti — dicho esto le dejo un beso en la mejilla dirigiéndose hacia su habitación, pero estando a la mitad de las escaleras — perdón pero cenaré fuera —dijo con una sonrisa grande y continúo su camino
Kely se quedó viendo a su madre, sabía que no debía ser dura con ella. Pero también ella tiene culpa, así que solo se dirigió a el comedor para esperar que le sirvieran
TaeHyung salió de su casa a las siete con cincuenta y paso comprando unos chocolates para aquella dulzura que había conocido.
Entro a su automóvil y arranco. No podía esperar más. Tenía que ver a Jungkook
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