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"Pedaleando Pedaleando Mi mano en tu asiento Ayudándote todo el camino."
Gahyeon sostenía y empujaba con fuerza el asiento de su bicicleta, mientras Yubin manejaba de manera inexperta e inestable. Nisiquiera podía mantener el manubrio derecho, que este se desviaba y así sucesivamente.
Nunca creyó que pedalear y manejar al mismo tiempo iba a ser una tarea muy complicada.
La pequeña pelirroja reia a carcajadas divertida por el extraño recorrido que Yubin estaba haciendo en zic zac por la calle, aún así siguió empujando esperando porque pudiera seguir sola.
─ ¡Unnie, voy a soltarte! ─ grito mientras aumentaba la velocidad de sus pasos.
─ ¿¡Qué?! ¡No! ¡Gahyeon que ni se te ocurra! ─ exclamo aterrada y a consecuencia sentía que estaba perdiendo el control del manubrio.
─ ¡Es sencillo! ¡Anda, hazlo! ─ aunque ella no la viera, sabía que Yubin estaba moviendo su cabeza en negación. ─ ¡Voy a soltarte a la de tres!
─ ¡Gahyeon no!
─ ¡Unoo! ─ comenzó a contar la más baja.
─ ¡Noo!
─ ¡Doos!
─ ¡Lee Gahyeon, voy a matarte!
─ ¡TRES! ─ grito y poco a poco sus manitos fueron abandonando el asiento, dejando a Yubin con su complicada tarea de pedalear y mantener el equilibrio.
La inexperta mayor consiguió recorrer unos pocos metros sola, pero como ella lo esperaba, perdió el control y no tardó en caer al suelo. La pelirroja aterrada corrió hacia su mejor amiga inspeccionando porque estuviera bien.
─ ¡Dami unnie! ─ llamo la atención de la castaña que se alejaba de la bicicleta. ─ ¡Unnie, tus rodillas! ─ dijo preocupada.
La mayor miro sus rodillas raspadas y no le dio importancia. Sabia que eso pasaría, era la consecuencia de aprender a andar en bicicleta sin ninguna protección.
─ Voy a estar bien, Gahyeonnie. ─ sonrio dulcemente, tranquilizando a la menor. Gahyeon no tardó en devolverle la sonrisa y abrazarla con todas sus fuerzas.
─ ¿Quieres seguir intentándolo?
─ Claro, aún hay quiero andar en bicicleta contigo. ─ respondio.
─ ¡Entonces apuremonos! ─ festejo.
Ambas levantaron la bicicleta y volvieron a la línea de salida para volver a intentarlo una y otra vez en lo que restaba de toda la tarde.
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