Han Ji Sung pensó que su primer amor ya lo había vivido. Pensaba que aquella relación de pareja en preparatoria con esa chica fue el primer amor de su vida.
Que equivocado estaba. ¿Cómo le dices a este joven universitario de veintidós años que apena...
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El viento frío hacía bailar su cabello castaño al igual que las hojas de los árboles, las cuales algunas caían haciendo que el pequeño parque quede con más hojas de tonalidades naranjas, cafés y rojas. Suspira y el vaho se sus delgados labios se esparce, el clima era muy frío y el cuerpo que tiene abrazado acercándose más hacia él lo confirmaba. Pequeños espasmos daba la delgada anatomía de Han por el frío, buscando calor en el cuerpo de Min Ho.
Lee ve la hora de su celular, eran las 05:05 y no quería despertar a Ji Sung; le gustaba tenerlo así y ver las facciones relajantes de él mientras está sumergido en su sueño era uno de los nuevos gustos agregados en su lista. La mejilla pegada al pecho de Min Ho hacía que sus labios formaran un pequeño puchero y luciendo sus cachetes aún más gorditos, sus delgados brazos lo abrazaban por la cintura y una de sus piernas sobre las suyas.
— Ji Sung. — susurra con la intención de que el chico despierte. — Han, tengo que llevarte a casa.
— No, cárgame. — balbucea y los brazos de Han se envolvieron aún más en la cintura de Min Ho, no estaba muy consciente de lo que decía gracias a que estaba demasiado sumergido en el sueño.
Min Ho ríe y niega con un movimiento de cabeza, parecía un niño mimado y siendo honesto ¿Quién era para decirle que no? Lee acomoda su brazo izquierdo en la nuca de Han, su otra mano la posiciona detrás de las rodillas y, con esfuerzo e intentando no lastimarse la espalda, carga a un dormido Ji Sung al estilo nupcial. Han al sentir la nueva posición se acomoda escondiendo su cabeza en la curvatura del cuello y el hombro de Min Ho, aspirando aún más esa adictiva fragancia.
Lee comienza su caminata hacia el Challenger 1995 en el que habían venido, teniendo a la pequeña ardilla en brazos. Su vista se intercambiaba entre el camino alumbrado por los faroles cubierto por hojas otoñales y el adorable rostro de Han recostado en su hombro. Al estar cerca del auto, con ayuda de su pierna acomoda a Han de manera en que él pueda sacar las llaves del bolsillo de su chaqueta. Logrando su objetivo, quita el seguro de las puertas y abre primero la del copiloto con un poco de dificultad, coloca a Ji Sung en el asiento de cuero café y abrocha el cinturón de seguridad. Vaya que ese chico tenía el sueño un poco pesado.
Cierra la puerta al cerciorarse de que Han no se viera o estuviera en alguna posición incómoda; rodea el capó del vehículo, abre la puerta del piloto y sube. Exhala exhausto y deja caer su cabeza en el respaldo del asiento, regresa una vez más su vista a Ji Sung.
El rostro ahora estaba volteado hacia la ventana y su cuerpo temblaba un poco por el poco frío que había en el interior del automóvil. Min Ho estira su cuerpo hacia la dirección de su acompañante para acomodar el saco y evita que siguiera con el frío (aunque fuera un poco).
No obstante, Han gira su rostro repentinamente, quedando a centímetros de Lee. Min Ho queda estático al sentir la respiración calmada de Ji Sung cerca de él, traga saliva para remojar su garganta que de repente se había secado y con su lengua húmeda relame sus propios labios. Sus ojos recorren nuevamente las facciones de Han y se detiene en sus entreabiertos labios rosados.
