Capítulo 4

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Amelia

El era lindo, simpático, algo tímido. No sabía lo que hacía al invitar a un completo desconocido a la playa a las 8 de la noche pero sus ojos me transmitían confianza y no me sentía tan preocupada.

Le hablé de todo, de cómo es el clima aquí y como es la gente, la comida, los lugares más divertidos, etc.

-llegamos- le dije.

-es un lugar bastante agradable, no hay mucha gente- me dijo.

-Si no siempre hay gente, es un lugar bastante tranquilo.

Nos sentamos en la arena a ver el cielo que estaba lleno de estrellas luminosas y la luna más preciosa que había visto nunca.

-el cielo es precioso- me dijo

-si lo es- le dije mientras lo veía observar el cielo estrellado en el que estábamos, sus ojos eran hermosos.

- Oye y cuéntame de ti...- me dijo algo nervioso, casi siempre estaba así.

- Mmm pues tengo 19 años, voy a la universidad de por aquí y me encanta el amarillo? - reí al no saber que más decir, se rio conmigo.

- Pensaba que dirías que te gustaban los poemas. - Me dijo algo curioso

*mierda*

- Emm es casi un secreto, no me gusta compartirlo a la gente.- le dije mientras jugaban mis manos con la arena.

-Por que lo guardas en secreto?- respondió

- Mejor cuéntame de ti- evadí el tema.

- Em... no hay mucho que contar de mi.

- Pues dime cuantos años tienes y así, lo típico.

- Ah claro, bueno me llamo Jake Brown, tengo 19 años, me gusta tocar el piano y prefiero el frío que el calor-

- QUEEEEEEE, el calor es lo mejor del mundo que te ocurre?!?!- le grite mientras me quedaba en shock. Se ríe.

-no lo se, no es lo mío creo que el calor es como horrible no lo sé- Me pare para decirle que se callara, el se paró conmigo.

- Bueno supongo que tengo malos gustos.

-Si eso creo- dijo bromeando.

Lo llamaron al teléfono y contesto.

-Que pasa?, Que!, voy de inmediato.

-Que sucede- le dije con nervios.

- Nada Nada, gracias por enseñarme un poco de Carolina del Sur pero me tengo que ir. - dijo algo apresurado

- Si si esta bien no te preocupes, no me das tu número o algo- no se que pasaba por mi mente al pedirle eso.

- Claro - lo anotó en mi teléfono.

-Bueno adiós-

-Adios Am- Am? lindo apodo.
Se acercó y me dio un beso en la mejilla. me sonroje.

*llegue a mi casa*

-Mamá, Papá! - grite para ver si alguien contestaba.
- Estoy en la cocina hija! - Respondió mi mamá.
- Donde estuviste?- me pregunto mientras se tapaba un lado del ojo.
- Que te hizo papá ahora?- le pregunté enojada.
- Solo se le pasó un poco la mano esta vez.
- Mamá como puedes permitir que te siga golpeando- le dije furiosa. Mi mamá comenzó a llorar.
- Es que no puedo hija, no puedo dejarlo ir.
-Por que te aferraste tanto a alguien que desde el comienzo no te hizo sentir bien?
- El me amaba.
- Si amas a alguien no lo golpeas o lo dañas emocionalmente, sabes?
-Perdón.- me acerque a ayudarle a ponerse hielo en el ojo morado que tenía.

Después de unas horas subí a mi habitación simplemente para desconectarme de todos ellos, puse algo de música para tranquilizarme un poco, estaba enojada, mi papá era una mierda y mi mamá no sabía cómo dejarlo, seguro ahora mismo se está poniendo borracho y cuando regrese le hará algo a mi mamá.

Desde que falleció mi abuelo todo se fue a la mierda, mi padre quería demasiado a mi abuelo y cuando falleció sintió que algo de el se rompió y para no sentir ese dolor se metió en el mundo del alcohol como muchos hacen.

Puse algo de Erik Satie, en especial puse Gymnopedie No.1, su música me tranquilizaba me hacía sentir bien, en general la música clásica pero más el piano.

Ya ni al llegar a casa pude pensar en el, en Jake, ese día fue lindo me hizo sentir bien, no se si enviarle un mensaje. Creo que lo haré

- Jake-

Hola, Jake soy Amelia, la de la playa:)>

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