•Emiliano•
Tenía mucho que procesar sobre todo lo que había sucedido el día anterior, parte de mí se sentía liberada porque al fin le había dicho todo a papá, pero de igual manera comenzó a crecer dentro de mí una gran culpa por dudar de él era difícil pensar en que había sido un idiota todo este tiempo, y aun así a pesar de todo dentro de mí se seguían creando nuevas dudas sobre como termino así, decir que estaba confundido era una palabra que no se acercaba ni un poco al cómo se encontraba mi mente, la cual no dejaba de dar vueltas tratando de resolver todas las dudas que habían estado atormentándome, pero incluso así con ese sentimiento en mente me costaba admitir que en sí lo que más molestaba no eran las mentiras, sino lo inseguro que me sentía, por lo que le había pasado a mi mamá, porque papá me ocultará cosas, porque de la noche a la mañana mi vida había dado un giro que lo cambio todo, me daba miedo lo rápido que paso todo y aun más el hecho de que yo no podía controlar nada.
Tal vez fue eso lo que me motivo a inmiscuirme en el asunto de los informes porque me ayudaría a dejar a un lado esos pensamientos por ahora y concentrarme en algo más en lo que si tendría el control y además molestar al abuelo sería un plus.
Durante el camino al colegio solo pude pensar en eso y como podría ganar esa batalla, papá al notarlo me hizo saber que me apoyaba pasara lo que pasara cosa que me hizo feliz y me permitió seguir con el plan que se estaba formulando en mi mente.
Al entrar a al colegio me dirigí al salón, entonces pude ver a Gael recostado sobre su escritorio era extraño porque era el único dentro del salón y se le veía bastante decaído enseguida se percato de mi presencia y por la mirada que me lanzo supe que no tenia muchas ganas de hablar.
-¿Dónde está Diego?-pregunte para no incomodarlo
-Fue por sus cuadernos- me extrañe era tutoría no había porque traer todos los cuadernos ahora
-Rodrigo pidió a todos los que faltaban de entregarlos que fueran a traerlos para acelerar el proceso de los informes y que así los regresarían antes de que terminen las clases- siguió el dando una respuesta automática a la duda que acababa de surgir, así que ahora los tutores recogerían todo vaya que buena organización pensé con ironía
-¿Y Rodrigo?- Pregunte al no verla
-Fue por los cuadernos que entregamos los menos afortunados del grupo ayer- contesto comenzando a jugar con unos lápices
-¿Qué tienes?- quise saber apartando los lápices de sus manos
-Pues como sabrás yo los entregué ayer así que ahora estoy esperando mi muerte que te aseguro va a ser lenta y dolorosa créeme, mi padre va a matarme- se lamentó poniendo las manos en su cabeza de forma desesperada.
-Por- me interese ya que era extraño verlo así
-Como que porque idiota, no he entrado a ninguna de las tutorías, faltamos a clases prácticamente toda la semana pasada sabia que ya estaba sentenciado por eso y enserio que no me preocupaba tanto pero no sé qué vio Rodrigo en mis cuadernos aunque seguro que nada literalmente porque no entiendo una mierda de las clases y bueno algo de culpa tengo, pero mi padre me dijo que volvía hoy en la tarde y créeme voy a morir estoy mil por ciento seguro- se desahogó aunque para ser honestos la culpa era totalmente nuestra por no entrar, pero no pensaba decirle algo que no iba a querer escuchar más cuando yo era un treinta y tres punto tres porciento culpable de eso.
-Bueno, pero ya sabíamos que eso iba a pasar o no- me volteo a ver mal pero luego suspiro
-Bueno sí, pero hay algo todavía peor no quiero preocuparme de más, pero creo que deje hierba en una de mis carpetas
