Capítulo 2

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•Emiliano•

Cuando le colgué a papá me dirigí al lago todo el camino hacia haya fue bastante tranquilo al llegar ya estaban varias personas ahí esperando a que todo comenzara.

-Tardaste mucho- se quejó Diego actuando como si hubiera tardado una eternidad

-¿Dónde están?- pregunto acercándose aún más, aunque más que una pregunta creo que se quería asegurar de que las había traído yo solamente señale la cajuela y le tendí las llaves para comenzar a sacar las bebidas.

Después de eso la fiesta no tardo mucho en comenzar, el tiempo se me paso entre la música, las charlas y el alcohol entonces me di cuenda que Bash estaba llamándome así que me aleje un poco para poder contestarle y aguantar cómodamente todas sus advertencias sobre que debía llegar a tiempo a casa.

Cuando colgué la llamada me senté frente al lago perdiéndome en mis pensamientos recordando días que ya no volverían cuando la nostalgia comenzó a invadirme trate de recomponerme dejando de pensar en ello, pero tal cosa no funciono entonces recordé cierta pastilla que se encontraba en el bolsillo derecho de mi chaqueta no lo pensé mucho y me la lleve a la boca sentí como pasaba por mi garganta mientras lo único que yo pensaba era en que pronto el efecto comenzaría a sentirse y dejaría de sentirme tan miserable de pronto la música comenzó a oírse cada vez más lejos las risas y conversaciones se convirtieron en murmullos mi mente se quedó en blanco y mis ojos tenían la mirada fija en el lago sentía el sol pegar en mi rostro podía oler la tierra húmeda y el sonido de algunos pequeños insectos, me comenzó a invadir una sensación de calma lo que provocó que me recostara en el suelo y al cerrar mis ojos pude vislumbrar su rostro en ese momento sentía una lágrima rodar por mi mejilla me negaba a abrir los ojos quería seguirla viendo solo un poco más en el momento que su rostro desapareció sentía como algo dentro de mí volvía a romperse era como un golpe en mi estómago que me dejaba sin aliento quería llorar, pero no podía quería gritar, pero el grito se ahogaba en mi garganta por más que trataba el dolor era más fuerte así que aunque sonara estúpido respire profundo y abrí los ojos al momento que mis ojos se encontraron con un rostro distinto aunque también familiar, aquel rostro me miraba con una sonrisa en los labios esa sonrisa me lleno de paz.

-Hey Hey Hey ahí esta Emms- pronunciaron esos bellos labios que hace mucho no me hablaban

-Hey hey hey ahí esta Els- conteste yo como un automata.

- ¿Qué haces aquí?- pregunto mientras se sentaba note que su cabello estaba un poco más corto además de que le note un poco triste

-Es la fiesta de mis amigos- conteste sin más

-Pensé que estabas castigado y como hoy no fuiste a la escuela

-Si solo viniste a sermonearme mejor vete

-Sabes Em hay personas que si nos preocupamos por ti, pero desde que estas con Diego y Gael no te reconozco parece que ya no te importa nada solo pienso que tal vez deberías alejarte de ellos

-Pues mira "ellos" no me han dado la espalda ni una vez y sabes que Diego y Gael pueden ser lo que tú quieras, pero desde que se volvieron mis amigos no me han juzgado ni una sola vez además de que han estado ahí cuando los necesito ahora si estás insinuando que son una mala influencia te digo que a mí ninguno me ha obligado a nada

-No te dimos la espalda Em es solo que ese día ....

-Si ese día tú fuiste quien me dejo bastante claro que no querías que me les acercara ni a James ni a ti el mensaje fue lo bastante claro entonces

-Sé que nos equivocamos, pero debes admitir que no fue todo nuestra culpa, ese día te peleaste con nosotros le rompiste la nariz a James cerca de su ojo había demasiada sangre estabas fuera de control me asuste demasiado y luego me moleste no quería dejar de ser tu amiga, pero no me di cuenta de que te aleje

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