Nuestro maestro es un demonio

Capitulo 11

Capítulo 11

Himiko no le había enviado un mensaje en dos días y Tanya se sentía inquieta. Por supuesto que no estaba preocupada; la niña podía cuidar de sí misma. Nadie que hubiera conocido era tan peligroso como su compañero en situaciones de combate cuerpo a cuerpo. La llenó de una inmensa satisfacción y agradecimiento haber logrado encontrar a Himiko en ese fatídico día y entrenarla hasta convertirla en uno de los mejores agentes que HPSC había visto hasta la fecha. Esa era una de las pocas cosas inequívocamente buenas que le habían sucedido en esta vida.

¿Por qué entonces se sentía tan... vacía? Probablemente el clima. Aparentemente, demasiado sol también podría afectar el estado de ánimo de uno.

Una vez más se vistió para la escuela. Aunque esta vez eligió un atuendo más civil en lugar de su icónico disfraz de héroe. Hoy era el día en que llegaban los primeros profesionales de los distritos vecinos para servir como seguridad extra durante la fiesta deportiva. Eso significaba que no necesitaba patrullar, porque todas las áreas relevantes de la ciudad ya estaban lo suficientemente cubiertas. Durante los próximos días solo tendría que servir en su papel de maestra, no como soldado.

Una desventaja que lamentablemente no consideró fue que técnicamente no se le permitía usar su peculiaridad cuando estaba fuera de su personaje de héroe, lo que significaba que tenía que tomar el tren a UA en lugar de volar allí. Le dolió un poco su orgullo profesional que tenía que correr al salón de clases para llegar a tiempo, ya que eso era una clara indicación de una mala gestión del tiempo, pero al menos no llegó tarde.

Entonces, en su prisa, ni siquiera se dio cuenta de la figura oscura que se escondía debajo de su escritorio cuando entró al salón de clases.

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Shoto observó con interés cómo su maestro, normalmente perfectamente preparado, entraba corriendo en la habitación. Bueno, para el ojo inexperto podría haber parecido que ella simplemente estaba caminando casualmente, pero pudo notar las sutiles señales que indicaban su prisa. Su cabello ligeramente despeinado, la frecuencia respiratoria levemente elevada y su aparición inusualmente tardía solo unos segundos antes de que el reloj señalara el comienzo de la clase...

Para Shoto, para quien interpretar tales detalles podría significar la diferencia entre dormir bien por la noche o no poder caminar correctamente al día siguiente, era demasiado obvio.

"¡Buenos días 1-A! Hoy será nuestra última lección oficial juntos antes del festival deportivo. Si el Sr. Aizawa se ha recuperado lo suficiente para ese momento, se hará cargo de su educación nuevamente. Debo decir que he disfrutado inmensamente nuestro tiempo compartido. - por breve que sea - y espero poder ser de ayuda para los aspirantes a héroes. Así que quería decir de forma preventiva... Gracias". habló Argenta.

Es una pena. Aunque todavía estaba resentido con ella por obligarlo a usar el aspecto de fuego de su peculiaridad, también podía entender por qué lo hizo. Puede parecer cruel, pero su enseñanza era muy diferente de la de su donante de esperma, si se pudiera llamar a eso "enseñanza" . Quería presionarlo para que diera lo mejor de sí, no por razones egoístas, sino simplemente porque realmente quería hacer su trabajo.

Ashido rompió el silencio que siguió aclarándose la garganta.

"Ehm... Sra. Argent, ¿no podría pedirle al director que la contratara de verdad?"