Nuestro maestro es un demonio

Capitulo 14

capitulo 14

Minoru gritó más por el shock que por el dolor inesperado cuando fue lanzado como una bola de pinball. El polvo había llegado a sus ojos y la diminuta metralla del piso de concreto que explotó abrió el costado del pequeño niño cuando su espalda se estrelló contra el suelo. Tosió y gritó mientras la batalla a su alrededor continuaba.

A través de la neblina de lágrimas, pudo distinguir las gigantescas llamas rojas de Todoroki y las explosiones blancas de Bakugou mientras intentaban derribar a la abominable bestia que había interrumpido su festival deportivo. La tierra temblaba, la gente corría de un lado a otro y el ruido ambiental le estaba dando incluso más dolor de cabeza que la caída, pero a pesar de este caos, solo había una pregunta resonando en su cabeza:

¿Por qué estaba condenado a morir virgen?

¡Simplemente no era justo! Se suponía que la escuela secundaria de la UA era segura, ¡pero los villanos lo estaban atacando por segunda vez este mes! Tal vez los deliciosos disfraces ceñidos a la piel de sus compañeras de clase podrían valer la pena, ¡pero esa perra de profesor lo había obligado a ir a terapia! ¡Como si necesitara que lo curaran de su entusiasmo por la parte objetivamente mejor de la anatomía femenina! Soñar con apretarlos era parte natural de todo varón sano.

¡Ahora Minoru seguramente encontraría su fin antes de que tuviera la oportunidad de tocarlos! A diferencia de la mayoría de los demás en su clase, no era ni fuerte ni rápido. Las bolas pegajosas en la parte superior de su cabeza eran todo lo que tenía. Enfrentado a un monstruo que podía encogerse de hombros con cubos de ácido cáustico y lanzas de hielo de un metro de largo, ¿qué podía hacer?

Todo dolía, el mundo daba vueltas y Minoru sabía que la muerte lo reclamaría en cualquier momento-

"¡ Levántate, Mineta! "

¿Qué?

"¿Eres sordo? ¡Levántate! ¡Ribbit!"

Una mano agarró bruscamente su brazo ileso y tiró de él hacia arriba con una fuerza sorprendente.

"¡Contrólate! ¡Ribbit! ¡Tenemos que salir de aquí!" rugió el normalmente tranquilo Asui sobre los sonidos de la carnicería en el fondo.

Balbuceó un afirmativo y usó su uniforme escolar rasgado para limpiarse un poco los ojos apresuradamente. La linda niña rana había salvado a Minoru una vez; tal vez él llegaría a tocarla de nuevo cuando ella lo llevara en su-

"¡Ayúdame a cargarla! ¡Ribbit! ¡El ruido es demasiado para ella!"

Finalmente, se dio cuenta de que la niña que se crispaba colgaba de su hombro. Jirou parecía estar bastante fuera de sí si sus ojos en blanco y sus orejas sangrantes eran una indicación. Normalmente habría aprovechado esa oportunidad para medir un poco más su busto inexistente, pero en este punto simplemente quería salir de este infierno lo más rápido posible.

Distribuir el peso de la chica que gemía delirante entre ellos era bastante difícil considerando la diferencia de altura de Asui y Minoru, pero de alguna manera lo lograron. En su camino hacia donde la chica rana creía que era la salida más cercana, ocasionalmente tenían que esquivar a otro estudiante o escombros que caían, sin embargo, el borde ahora visible de la arena le dio la esperanza de que esta pesadilla terminaría pronto.