➳ Capítulo 3

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¿Ir a buscarlo? Eso significa abrir la puerta y entrar hasta el fondo del lugar.

No puedo, a parte del miedo que me da entrar ahí, el olor es espantoso.

Además no estoy segura de abrir la puerta, si lo hago estaría indefensa ante Springtrap y ya me ha demostrado que no quiere ser mi amigo, quiere matarme.

Lo correcto es olvidarme de esto y seguir el consejo de mi hermano, no meterme en problemas y solo largarme de acá porque desde un principio estuvo mal que me haya escapado de casa para venir a un lugar con entrada prohibida y con un chico que quiere matarme.

Pero a veces uno en la vida tiene que tomar riesgos.

Este fue uno de los riesgos que yo tomaría. ¿Estoy loca? Si. Pero no puedo quedarme con la duda y hacer como si nada pasó en este lugar. La policía olvidó el caso pero yo no, menos sabiendo que Springtrap está vivo y es mi única oportunidad y prueba viviente para descubrir la verdad.

Suspiré con fuerza y abrí la puerta con el interruptor del costado.

No hubo reacción entonces volví a presionarlo y al cabo de unos segundos se abrió con lentitud, casi quedándose trabada en la parte superior.

Está abierta.

Me llegó un olor desagradable cuando puse un pie dentro.

Caminé hasta llegar al frente del largo pasillo, el final se ve oscuro y las paredes tienen pósters de los animatrónicos dando funciones.

Di unos cuantos pasos temerosos.

Seguí hasta la mitad del pasillo y no escuché nada.

— ¿Dónde estás? —pregunté con una voz más baja de lo normal.

Silencio total.

Seguí caminando hasta donde llega la luz del foco, la otra parte no está iluminada y no pienso avanzar.

— Solo quiero hablar, lo juro. —dije una vez más.

Según lo que he leído por internet más adelante hay otras salas.

Esperé que hubiera alguna respuesta por su parte pero nada, creo que en verdad se fue.

Moví mi pie con impaciencia hasta que sentí un movimiento en la oscuridad.

¿Qué fue eso?

Acerqué mi oido para escuchar mejor.

— ¿Eres tú? —pregunté.

Luego de esto escuché unos pasos rápidos y me puse en alerta.

— ¡Aquí estoy!

Springtrap venía corriendo hacia mi a toda velocidad.

Ay no, no, no, no, no, no.

Corrí con todas mis fuerzas hasta llegar al cuartel, entré con torpeza y presioné el interruptor para cerrar la puerta.

¿Por qué la puerta no se cierra? ¡Maldita sea! Intenté una y otra vez apretando el botón con urgencia pero no hacía nada. La puerta se trabó.

Con mis manos intenté bajarla pero no se movió ni un poco, después de todo es un mecanismo y no puedo contra eso.

Mis manos están sudando por la desesperación.

Ya no puedo seguir perdiendo tiempo en esto.

Tomé mi mochila con rapidez y corrí al conducto de ventilación para escapar por este.

Me subí con desesperación y gateé para llegar afuera.

Iba bien hasta que Springtrap me alcanzó y agarró de los pies para que no siguiera avanzando.

Comencé a patear para que me soltara, en una de estas le di con fuerza en el rostro y pude avanzar un poco más.

Pero todo terminó cuando Springtrap me jaló de las piernas, sacándome del conducto de ventilación y lanzandome al suelo con violencia.

Por un momento quedé sin respiración por el fuerte impacto y mi estómago dolió demasiado.

— ¿Creías poder escapar? —tocó su rostro con cuidado por la patada que le di— Puede ser que todo el tiempo que estuve aquí me haya estropeado y oxidado. —arregló su mandibula— Pero nadie puede escapar de mí.

Toqué mi estómago para ver si no tenía una herida.

— Por favor déjame ir... —hablé recuperando el aire.

— Mmm, déjame pensar. —miró el techo como si estuviera haciendo una gran reflexión y después se volvió a mi— No.

Me dejó ahí en el suelo mientras me retorcía del dolor y se sentó en la silla estirando sus brazos.

— Esto es. —tomó las cámaras de seguridad y las rompió con una sola mano.

Tiene mucha fuerza.

— Si vas a matarme hazlo rápido. —me levanté como pude.

— No te mataré, porque gracias a tu estupidez pude salir de esa mugre.

Se levantó y miró por el conducto de ventilación.

De seguro está pensando lo mismo que yo, él no puede pasar por ahí, es mucho más grande.

Maldijo en voz baja y miró la puerta por la que había entrado.

La abrió con facilidad y salió por esta dejándome sola.

Este es mi momento para escapar.

Fui hasta el conducto e intenté subir, pero el dolor de estómago no me lo permitió, me faltaba el aire cuando lo intentaba. No es un golpe normal el que me acaba de dar Springtrap.

Hablando de él, apareció por la puerta.

— ¿Hay otra salida a parte de esa? —señaló por dónde pensaba escapar.

— No... Digo no lo sé...

— ¡¿Cómo que no sabes?! —gritó.

— ¡P-pues no lo sé, tú has estado más tiempo aquí y deberías saber!

Pateó la mesa del centro y todas las cosas salieron disparadas.

— Luego de tantos años no puedo salir de acá. Es culpa de todos, ¡Todos tienen la culpa!

Lo miré mientras pateaba todo.

Luego de un rato se calmó y se agachó para respirar con dificultad.

Me senté lejos de él.

Vi que frunció el ceño y me señaló con el dedo.

— Tú no te irás de aquí.

— Pero mi hermano llegará a la madrugada y-

— ¡No te irás! —se acercó a mí con pasos fuertes.

No dije nada y desvié la mirada.

Me empieza a molestar que me hable asi, pero no puedo esperar que me trate de maravilla si estamos hablando de Springtrap.

De todos modos no tenía muchas opciones, lo único que me quedaba era hacer lo que el dijera.

Por esta noche, me quedaría aquí. Con él.

Springtrap × Tú (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora