Debido a la cercanía se alejó de ti con mala cara.
— ¿Para qué viniste? Dejando de lado la excusa estúpida de ayudarme.
Ahí en el suelo sonreíste un poco para ti misma.
— No lo sé. Supongo que no tener supervisión de mis padres provocó que ahora esté acá.
El chico acomodó una de sus orejas y cruzó los brazos apoyándose en la pared.
— Eso es peligroso.
— ¿Te preocupas por mi? —reíste.
— ...
Se formó un silencio incómodo y pesado. Creo que no fue lo correcto decir eso.
— La gente que no se preocupa por cuidar a los suyos es ridícula.
Asentiste con la cabeza.
— Pero no son malos conmigo, solo trabajan mucho... Entonces la mayor parte del tiempo estoy sola, investigando.
Volvió a mirarte de manera profunda, como si estuviera examinandote.
— ¿Qué investigas?
— Sobre ti. —lo señalaste.
— Pff. —rodó los ojos— ¿De todos me elegiste a mi?
Soltaste una risa torpe.
— Si, eres más interesante de lo que crees.
Te miró durante un largo rato sin decir nada y después suavizó su expresión.
— ¿Cómo te llamas?
— T/n.
— T/n. —repitió en un susurro— No estuvo bien la manera en que me comporté.
Sonreíste e hiciste un ademán con la mano restándole importancia.
— Igual no me esperaba que me recibieras con los brazos abiertos.
Escuchaste un crujido de parte de él que se estaba acomodando el brazo.
— Pero no debiste de venir aquí en primer lugar, tenlo claro.
Suspiraste.
— Ya lo sé... Por cierto.
Abriste tu mochila y sacaste un botiquín.
Springtrap al verlo negó con la cabeza y frunció el ceño.— ¿Por qué quieres hacer eso?
— Te lo dije, solo quiero ayudarte.
Suspiró con pesadez.
— Niña, estuve a punto de matarte.
Eso era verdad.
— Antes de venir acepté todo tipo de riesgos.
Hizo sonar su cuello frustrado.
— Que insistente eres. —se sentó con una de sus piernas estiradas y te hizo una seña con la mano— Ven, rápido.
Apareció una sonrisa victoriosa en tu rostro y te acercaste.
— Va a doler un poco.
Eso fue ridículo sabiendo por todo lo que ha pasado. Te diste un golpe mentalmente.
Comenzaste a curar sus heridas y él miraba cada cosa que hacías.
Springtrap no se quejaba, era como si las heridas no le dolieran, pero claramente si dolían porque de algunas salía pus y el color indicaba que no estaban para nada sanas.
Terminaste por curar las heridas de sus brazos y ahora faltaba la del rostro.
Acercaste tu mano pero la detuvo.
— Ya está bien.
Eso fue inesperado...
Rápidamente guardaste todo y tomaste distancia. Preferiste ahorrarte la pregunta del por qué no quería que le tocaras el rostro.
Cuando terminaste por guardar todo volvió a hablar.
— ¿Qué quieres a cambio? —preguntó esta vez con su mirada fija en ti.
— Nada. —respondiste con sinceridad.
Volvió su expresión molesta.
— No me gusta deber cosas a los humanos. Dime qué quieres.
Pero si el se ve como uno, pensaste.
— No lo sé... Te preguntaría cosas pero conociéndote no me vas a responder.
Se quedó en silencio confirmando lo último que dijiste.
— Mejor que sea lo que tú quieras. —terminaste por responder.
Springtrap pensó durante unos minutos, hasta que finalmente habló.
— ¿Cuántos años tienes?
Esa es una pregunta extraña. Dudaste en si decirle la verdad o no, pero no era necesario mentirle...
— 18.
Entrecerró los ojos y te miró con desconfianza.
— Pareces menor.
Desviaste la mirada.
— Esa es mi edad. —arreglaste tu cabello— ¿Por qué lo preguntas?
— Solo tenía esa duda. —se levantó con cuidado— Agradezco que me hayas curado, puedes irte.
— ¿Tu qué edad tienes? —preguntaste de inmediato.
— Yo... —se tocó la cabeza pensando con una expresión confundida— No lo sé, lo olvidé. Pero estoy seguro que soy mucho más mayor que tú.
— Pero te ves de mi misma edad. —contraatacaste.
— ¿Y? Sigo siendo mayor que tú.
Volvió a comportarse de manera cortante.
— Digas lo que digas soy lo suficientemente inteligente para hacer cualquier cosa. —hablaste rápido.
— ¿A mi qué? Sigues siendo una niña. —te miró con fastidio.
¿Una niña? Después de toda la valentía que tuviste al venir aquí y dice que eres una simple niña.
Lo miraste furiosa.
— De niña no tengo nada. —frunciste el ceño.
Miró algo sorprendido y sonrió.
— Como digas, niña.
Se estaba riendo en tu propia cara.
— ¿Tienes miedo? —lo retaste.
— ¿De ti? —se rió en voz alta— Tú eres quien tiene que temerme.
— No te tengo miedo, Springtrap. —respondiste con seguridad.
Se acercó más de lo normal para que lo único que vieras fueran sus ojos.
— Deberías.
Mentiste porque sí, era verdad que daba miedo.
Pero había algo más que le ganaba a esa sensación, y que no te hacía sentir el terror que deberías de tenerle.
Pasaste la mirada hasta su sonrisa inconscientemente.— ¿No te gusta que se te acerquen?
Negó con la cabeza.
— La verdad, depende niña. —habló en voz baja y se volvió a alejar— Ahora vete a casa, es tarde.
Pensaste en quedarte pero siendo sincera ¿Para qué? No tenías porque quedarte, te repitió más de una vez que te fueras contando que intentó encerrarte y matarte, por otro lado tu hermano en cualquier momento podría volver a casa.
Tomaste tu mochila y antes de subir esperaste aunque sea unas palabras por parte de Springtrap, pero no dijo nada, volvió en silencio hasta su lugar entre la oscuridad dejándote sola.
¿Qué esperabas?
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Springtrap × Tú (+18)
RandomUna versión humanizada del animatrónico que ha estado mucho tiempo solo... - SI, del animatrónico de FNAF (Five nights at Freddy's) - Acá no será un robot, si no más estilo furry(? - Todos hablan de Monty pero y Springtrap? Ju, es mi gusto culposo p...