Capítulo 25 : Nuestro

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Notas:

Ya les hice sufrir mucho xd, vamos con el Capítulo

¡Disfrutar! XDD

★★★★★★★★★★★★★★★★★★★

Tantas personas comenzaron a hablar a la vez que la sala se convirtió rápidamente en un caos de sonidos y voces.

A un lado estaban Mirabel e Isabela, quienes en ese momento chillaban felices juntas por la noticia, Agustín felicitando a Félix y Luisa hablando animadamente con Julieta, con Dolores tapándose los oídos cerca.

Todos estaban visiblemente emocionados, especialmente Camilo y Mariano, quienes se sonreían felices el uno al otro, apretándose uno contra el otro mientras se sentaban juntos.

Pepa, sin embargo, en medio de todo el alboroto, de alguna manera logró alzar la voz para hacerse oír por encima de todo el alboroto.

"¡Mamá!" Ella gritó, una nueva nube de aspecto enojado se reunió sobre la cabeza de la mujer del tiempo mientras hablaba, tronando siniestramente.

"¡Exijo que me expliques lo que está pasando con mi familia EN ESTE INSTANTE!" espetó Pepa, dejando a Abuela en estado de shock por el exabrupto de su hija.

Abuela se tomó un momento para respirar inhalando y exhalando lentamente antes de comenzar a explicar su historia.

“Hace años le había pedido a Brunito que mirara hacia el futuro; para asegurar que el milagro permanecería seguro.” Comenzó, explicando pacientemente todo a la frustrada madre que tenía delante.

Pepa simplemente se quedó allí, agarrando la mano de Félix como apoyo, dando tiempo a que las palabras de su madre se procesaran dentro de ella antes de hablar en contra de ellas.

“Él había visto a Camilo y… a Mariano…”, continuó. “No había querido decírselo”. Ella susurró, un toque de vergüenza arrastrándose en su tono mientras hablaba.

“Una vez me di cuenta de que mi querida y dulce Isabela también podía ser emparejada con el guapo Mariano -a quien parecía demostrarle afecto en ese momento- para tener hijos; para mantener vivo nuestro legado…” se desvaneció, apartando la mirada.

“Espera un minuto…” Pepa habló, su expresión inicialmente ilegible. “¿Intentaste poner en peligro la felicidad de mi bebé? ¿Para complacer a Isabela?!?” Ella siseó, con los ojos entrecerrados de rabia.

“Yo… no estoy orgullosa de mis acciones… actué… egoístamente…” Abuela cedió, aceptando la ira de su hija por lo que valía. “Pero eso fue antes de darme cuenta de que era posible llegar a un compromiso”.

La matriarcal Madrigal sonrió suavemente a la pareja boquiabierta en cuestión, quienes también estaban asimilando todo esto, el gesto casi de disculpa…

Casi…

“Le pedí a Brunito que revisara esa misma visión recientemente, sin embargo, ESTA vez prestó atención a los detalles”. Continuó, enviando una mirada levemente cortante hacia el mencionado trillizo.

“Había un niño dentro de la visión que estaba recibiendo su regalo. Tu niño." Abuela afirmó con firmeza, ahora dirigiéndose a Camilo, y Mariano, específicamente.

“Fue entonces cuando finalmente entendí que Camilo podía tener hijos por sí mismo. Niños madrigales. El anciano Madrigal ignoró la mirada lasciva y mordaz de Mariano y la expresión dañada que el cambiaformas tenía actualmente.

“Así que por eso nos dejaste estar juntos… solo querías que yo…” Camilo se apagó, con los ojos llenos de lágrimas ante esta nueva revelación.

Mariano lo atrajo hacia sí cómodamente cuando Pepa se hizo cargo del espectáculo, en su método habitual de gritar y gritar a la oposición, sin embargo, esta vez Mariano lo aprobó.

"Le hice el juego, ¿eh...?" Camilo preguntó en voz baja desde donde estaba acurrucado al lado del hombre mayor con desánimo. “Ella quería un bebé, le di uno…” suspiró amargamente.

Mariano odiaba ver a su ángel así… por lo general exudaba infinitas cantidades de alegría, a diferencia de ahora; mientras el camaleón se estaba ahogando en sus sentimientos...

"Oye..!" Mariano dijo suavemente, intentando sacar al moreno de su trance. “¿Quién quería hacer este bebé?” Preguntó dulcemente, sus caras cerca.

Camilo miró hacia abajo mientras respondía, con los párpados revoloteando por las lágrimas no derramadas. "Lo hice…" susurró suavemente.

“No…” Mariano sonrió reconfortantemente, jalando al otro a su regazo en un abrazo completo. “NOSOTROS hicimos mi vida… queríamos a este bebé más que nadie”. Lo tranquilizó, sus palabras resonando con la verdad.

“Y los amaremos pase lo que pase… Madrigal o no…” finalizó Mariano, apretando al moreno más cerca de sí como si estuviera a punto de desvanecerse.

“Sí…” Camilo se apartó un poco para poder hablar con el otro cara a cara. “Elegimos tenerlos… nadie más nos DIJO que…”, sonrió.

Dolores, quien previamente había estado callada, para evitar interrumpir a la pareja en su momento, intervino ante esta afirmación. “Honestamente, habría sido un poco preocupante si ella hubiera…” dijo, tarareando un poco.

Camilo se rió levemente ante esto, hipando levemente mientras lo hacía, una gran mejora en los ojos de su amante con respecto a su comportamiento anterior...

“Sabes que se cree que los trillizos son hereditarios…”, bromeó Mariano en un esfuerzo por despejar los cielos alrededor de su camaleón.

Camilo puso los ojos en blanco ante esto, sus párpados bajaron mientras respondía. "No lo presiones". Él sonrió, tan bromeando como Mariano se rió del comportamiento enérgico del otro.

Tirando de la palanca de cambios una vez más mientras Pepa continuaba gritando enojada en el fondo...

★★★★★★★★★★★★★★★★★★★

Notas:
Este capítulo no es mucho, pero solo estoy tratando de volver a la historia aquí, así que tengan paciencia conmigo 🙃

(Autor original: night_fighter_x )

﹒₊˚🍮๑﹕(Perspectiva Cambiada) ₊˚ (MᴀʀɪᴀɴᴏxCᴀᴍɪʟᴏ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora