All the lovers of Hinata Shoyo's life

Capítulo 5

—Bueno, ya es medio día —informo mientras guardaba las grabaciones del primer libro en la computadora.

El libro oficial —más bien, el libro del cual medio mundo sabe que en algún momento saldrá a la luz— se centra en su travesía de ser alguien pequeño en un mundo donde la altura es la mayor ventaja de que puede tener en el voleibol.

El como "No soy alto, pero puedo saltar" fue más que una frase o una respuesta tajante ante alguna provocación.

Llegamos hasta el día en donde pierden contra el Aoba Josai en su primer año de preparatoria, tuve que recordar más nombres y anotarlos en mi libreta. Tuve que recordar las posiciones de cada uno de los jugadores tanto dentro como fuera de la cancha. Tuve que anotar cada cosa que parecía ser realmente importante para Hinata Shoyo a pesar de que sus palabras no decían mucho; pero sus acciones eran lo contrario.

Hinata hablaba del voleibol como si realmente fuera el amor de su vida y ahora le creo. Habla con una pasión y un cariño digno de alguien que ama lo que hace.

A pesar de algunas cosas amargas, como el hecho de que siempre lo subestimaban o perder o depender de otros al principio; jamás deja de hablar sobre su amor por el voleibol.

Por unos segundos ese amor por el juego se me hace nostálgico, pero tal vez sea porque en algún momento de sus relatos me vi reflejada en él, pero por el amor a la lectura y como estar entre libros era el mejor lugar del mundo para mí.

Posiblemente el olor a chancha sea lo mismo que el olor a libros, que la emoción de ver una gran y espaciosa biblioteca es lo mismo que estar en una cancha llena de fanáticos.

Aunque al principio solo serán algunas personas quienes te observarán y otras quienes te escucharán. En el caso de Hinata Shoyo, no solo lo escucharé sino que también relataré todo.

Y dos veces.

—¿Cómo quiere empezar el otro libro? —Por eso mismo, tras cierto silencio pregunto aquello.

Hinata se limita a sonreírme al escucharme.

Me llama la atención un poco la forma en la que me sonríe esta vez, es distinta a las veces que narra otras cosas. Me sonríe como si supiera algo de mí o como si viera a algún viejo amigo.

Es un hombre bastante amable, se nota por las arrugas que se arrastran con su sonrisa; de seguro se rio bastante a lo largo de su vida.

Sin embargo, se nota que algo está escondiendo y quiero descubrir qué es. Especialmente, qué tiene que ver conmigo.

—Supongo que hay muchas cosas que puedo decir... —admite Hinata Shoyo de manera pensativa—. Sin embargo, creo que de todos mis romances este fue el más divertido.

Su comentario me hace apartar mis dedos de los teclados.

—¿Romances? —repito sin comprender— ¿Realmente quiere hablar de eso?

El hombre mayor se limita a asentir tras mi pregunta. Sigo sorprendida. ¿Por qué me dará algo como esto en bandeja de plata?

Esto era lo que deseaba mi jefe, los chismes y cada una de las cosas que vivió fuera de la vida de un gran e increíble jugador profesional. Lo que realmente las personas desean es saber su vida personal aparte de ser un jugador de voleibol.

¿Quien es Hinata Shoyo realmente?

Bueno, eso sonó un poco dramático.

—Sé que en el libro actual no estará eso, no me gusta mucho hablar sobre mi vida privada —continúa hablado Hinata al ver que no digo nada—. Realmente nunca me interesó hablar sobre mí, prefería que me preguntaran sobre los juegos o cuál era mi marca favorita de zapatos.

Sigo sin creerme que me dirá algo como los romances que tuvo. No fueron muchos, pero de verdad que cada uno fue bastante interesante. No solo por el tiempo o la distancia, sino las personas con las que estuvo.

—¿Realmente quiere hablar sobre sus romances de juventud?

El se ríe al escuchar mi pregunta.

—Sí, aunque uno de esos romances te aseguro que no es de juventud —afirma él con total seguridad—. No tengo ningún problema. Bueno, para hablarlo contigo no.

—Pero... Yo publicaré un libro sobre esto —le digo o más bien trato de recordarle.

—Lo sé, pero quiero que seas la primera en saberlo.

—¿Por qué?

Él simplemente se encoge de hombros.

—Lo sabrás más adelante —se limita a responder.

—Esto será bastante interesante, no hay casi nada de esas personas. Bueno, en parte si; pero con usted no ¿Me explico? Es como si usted hubiese estado en algo aparte —le comento todavía con gran sorpresa—. Solo sé que oficialmente fueron tres romances.

—Fueron cuatro —me corrige Hinata—. Aunque uno nunca se menciona, tampoco fue como tal un romance.

Parpadeo un poco confundida sobre eso.

Investigue gran parte de la vida de este hombre, no estuvo con otras personas aparte de las tres que sé.

Bueno, anduvo con una jugadora profesional de voleibol de playa brasileña, pero fue un romance de verano por lo que tengo entendido ¿Será de ella quien habla?

Aunque él dijo que no era como tal un romance, pero... ¿No quiere hablar de relaciones románticas? No comprendo, en definitiva no entiendo a este hombre.

Esto es patético, en especial para alguien que desde hace bastante dejó de querer andar en citas. Y, de manera poco alentadora, se ha alejado de la escritura.

—Ok... —me limito a responder— ¿Y de qué quiere hablar? ¿O de qué romance quiere dialogar?

—Con el primero —me dice con obviedad Hinata-san—. Con Miya Atsumu.

Suspiro con tranquilidad, al menos no me equivoqué de tiempos o de nombres. Lo primero que salía en sus relaciones era el nombre de su esposo, pero él fue el tercero.

—Oh, el gran Miya Atsumu. He leído sobre él, era bastante interesante. Tengo entendido que le encantaba llamar la atención.

Hinata suelta una carcajada bastante fuerte. Su risa es contagiosa, porque hace que muestre una pequeña mueca.

—El coqueto, divertido y sentimental Miya Atsumu. Así lo recuerdo.

Y Ahora si empezamos con lo verdaderamente bueno, el increíble y maravilloso ✨Chisme✨

Nos leemos ❤️