C A P Í T U L O_T R E S

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— ¿Estás bien?

El rubio ahora estaba en compañía, de nuevo había tenido visitas por las mismas personas, Han Jisung y Hwang Hyunjin. Hyunjin era de estatura alta, con el cabello negro un poco largo y un característico lunar debajo de su ojo izquierdo, mientras que Han era menos alto, con unas mejillas muy características del chico y su cabello castaño alborotado que le tapaba parte de su frente.

Chan había conocido a ese par gracias a un club, al estar en primer año de preparatoria tenía que escoger alguno, dentro de sus 15 años de vida finalmente pudo escoger estar en clases de algo extracurricular sobre algo que le gusta, lamentablemente no estaba literatura entre ellos así que optó por lo segundo que le gustaba y del cual después de tantos años no temía admitir, la música. A pesar de su solitario inicio de dos años, un trabajo en equipo lo llevó a trabajar con ese par de distintas edades, tanto Hyunjin como Han estaban en segundo grado de preparatoria, casualmente en el mismo salón de clases.

Para su suerte todos lograron organizarse a pesar de la diferencia de edades, eran más comprensivos de lo que esperaba además de que compartían la misma pasión por el rap, cosa que les facilitó a la hora de trabajar. Eligieron una canción que cada uno interpretó una parte del rap e impresionaron al grupo y al maestro por sus habilidades, nadie esperaba que "El demente de la calle 59" fuera bueno rapeando y mucho menos que encontrara a dos personas con quien trabajar en sincronía. Al menos eso le parecía, porque por alguna razón le hablaban y le hacían más caso a él que entre ellos dos. De hecho ahora que trata de recordar, ¿Llegaron a hablar entre sí?

Al final del trabajo intercambiaron números y crearon un grupo para chatear de vez en cuando, aunque no pasó mucho antes de que la comunicación entre ellos fuera cada vez mínima.

"Cada uno tenía sus obligaciones" Se dijo a sí mismo cuando veía el chat con mensajes que llevaban días, sin atreverse a saludar de nuevo. Pensó en algún momento que podrían olvidarse de él o que tal vez se enteraron del rumor sobre él del vecindario y decidieron alejarse al ver lo lunático que era, pero allí estaban jugando de nuevo UNO cuando él se encontraba en una camilla.

— ¿Puedo preguntarles algo? –Dijo interrumpiendo la jugada que planeaba hacer Han, quién tenía menos cartas entre los tres.

— Espera –El castaño colocó en el centro un más dos, quedando con una carta en mano. — ¡UNO!

— ¡¿De nuevo?! –Hyunjin se quejó al ver la carta, sabiendo perfectamente que el castigo iba para él.

— Calla y come dos –Contestó Han con una sonrisa, riendo al escuchar las quejas de parte de Hyunjin. — Ahora sí, ¿Qué necesitas?

— ¿Han escuchado los rumores sobre mí?... –Preguntó bajando un poco la mirada y dirigiéndose solo a las cartas para poder evitar el contacto visual.

Un silencio se creó en la habitación, los chicos se miraron entre ellos y comenzaron a hacer señas para decidir quién hablaba primero. Chan miraba sus manos que se formaban en pequeños puños que tomaban la sábana que tenía en la camilla, sintiéndose nervioso y temeroso por la respuesta que le darían, intuyendo que podría incomodar el momento o sacar un tema en el que terminaría siendo la burla.

Han harto de que Hyunjin se negara a hablar formó en sus labios la palabra "cobarde", el pelinegro no tardó en entenderlo e hizo una mueca. El castaño terminó por suspirar y acercarse a Chan, antes de que el rubio dijera algo más Han le dio un pequeño golpe en la frente con el dedo pulgar y corazón.

— No pienses en eso –Dijo ignorando la mueca que tenía el rubio. — No te atrevas a mencionarlo de nuevo o yo mismo te mato, ¿Entendido?

Una ligera y extraña calidez surgió en su pecho, sin entender completamente la razón de ello terminó por sonreír, asintiendo ante la petición de Han y observó a Hyunjin cerrar sus labios con un cierre y lanzar la llave que podía abrirlos lejos, el castaño repitió la misma acción al igual que Chan decidió hacer lo mismo. La habitación se llenó de risas después de ese momento, continuando con la partida de UNO que estaban teniendo.

Todo rumor quedaba bajo candado, una promesa silenciosa que decidieron hacer juntos.

La tarde pasó hasta dar las seis y media de la tarde, los chicos tenían que irse para evitar regaños de parte de sus padres, además de que pronto terminaría el tiempo de visitas y tendrían que sacarlos a escobazos del hospital. Por mucho que le divertiría ver esa escena preferiría no causar problemas a las enfermeras.

— Aún estando afuera del cuarto podía escuchar las quejas de Hyunjin –Comentó entre risas, recordando que el pelinegro había perdido todas las partidas del UNO por culpa de Jisung y sus castigos. — Nunca había visto a alguien con tantas cartas en la mano, fue divertido.

También recordó la despedida que se habían dado, repitiendo la acción de cerrar sus labios con un candado invisible y tirando la llave lejos, todo a insistencia de Hyunjin que le había gustado hacer esa acción, a pesar de que Han lo veía como algo extraño no tardó mucho en aceptarlo.

— Tal vez sea nuestro propio saludo... –Murmuró después de contar ese detalle. — ¿Te imaginas?

El rubio miró a la Luna con una sonrisa amplia en sus labios, sintiendo la felicidad de encontrar a personas con quienes pasar el rato. Al menos hacían el día más rápido y entretenido de pasar, casi olvidando los días en los que odiaba la luz del Sol; se sentía cómodo con ellos y deseaba verlos más seguido.

Chan finalmente había encontrado unas personas en quienes podía confiar poco a poco, unos amigos quienes vieron más allá de los rumores y decidieron callarlos.

— Tal vez no sean tan malos como pensé.

— Parecen agradables –La respiración de Chan se detuvo por un segundo, había olvidado que ahora no conversaba completamente solo y ahora podía ser respondido por aquella voz agradable.

— Lo son –Admitió tomando el peluche que le habían dado días atrás entre sus manos, sonriendo nuevamente sin poder evitarlo. — Lo son...

Cantar esa noche fue distinto, no había lágrimas que derramar ni nudos en la garganta que tenía que soltar, ese día logró sentir una tranquilidad distinta a la que pasaba por las noches, le recordaba a las veces que veía el reflejo de la Luna en las olas del mar, sintiéndose cercano a su luz aunque sea en reflejo. Hyunjin y Han eran su reflejo de luz.

— Hermoso –Comentó la voz cuando terminó de escuchar su canto, llenándolo de cumplidos de lo bello que era su voz al cantar.

— ¿En serio?

— No dudes de tus habilidades, Chris –Respondió causando nervios en el rubio por escuchar su nombre venir de aquella voz.

Esa noche distinta a las demás, terminó con una sonrisa en su rostro, llena de calidez y cariño.

Esa noche distinta a las demás, terminó con una sonrisa en su rostro, llena de calidez y cariño

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Astro Melody

Little Firefly [The Stars In Your Face]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora