『𝟙』

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Las mañanas de lunes no eran lo suyo, tampoco las del martes, ni las del miércoles... Pero el punto era que esa mañana era mil veces mejor que las demás ¿Porque?

1. Vería a Hirose.

2. Podía escuchar twice de camino a la escuela gracias a sus nuevos auriculares y su anticuado mp3.

3. Vería a Hirose.

No es que no viera a Hirose toda la semana, pero ver al chico que le gusta sumado a poder escuchar a su banda favorita era lo que hacía de su día un 10000% mejor que los demás. Puede que el hecho de que solo baste eso para hacerlo feliz sea bastante triste, aunque realmente le daba igual, su verdadera preocupación del momento era que no había vuelto a llegar tan lejos con Hirose desde aquel viaje escolar que hicieron.

No pueden culpar a Nakamura, él de verdad lo intentó, pero cuando estaba por acercarse siempre era interrumpido por los amigos del chico, así que prefería desistir a la idea de hablar con el de cabello castaño. Se conformaba con que Hirose por lo menos lo conociera como Nakamura y no como "el chico que en la feria escolar fue teñido de tinta por un pulpo" y que lo saludara cada mañana con esa hermosa sonrisa que le alegraba y despertaba como una buena taza de café.

Estás caminando hacia mí
Mi corazón late otra vez
Me estás mirando.
Mi corazón late otra vez
Te veo sonreír mucho por la mañana

Agitas tu mano y vienes hacia mí

Me pasas de largo y

Pones tu mano en su hombro
Mi cabeza da vueltas
Mi cabeza gira

Cuando el distraído Nakamura levantó su cabeza al culminar de "What is love?" es cuando se pudo dar cuenta que ya estaba prácticamente frente a su escuela y que incluso le sobraba tiempo, tendría que plantearse recalcular realmente cuánto le toma la ruta desde su casa hasta el instituto, ya que al estar lejos solía levantarse más temprano de lo necesario. Bueno no importaba, entró a su salón, acomodó unas cuantas cosas y volvió a tomar sus audífonos dejando las canciones correr el aleatorio mientras hundía su cabeza entre sus brazos y trataba de retomar un poco del sueño perdido sobre la carpeta de la solitaria aula... o al menos lo era hasta que dada las 7:45 empezaron a entrar más estudiantes, entre esos su adorado Hirose.

-Buenos días Nakamura! - dijo el chico de cabello castaño, como se le había hecho costumbre todas las mañanas; sin embargo, al ver al otro dormido decidió que como acto de bondad del día lo despertaría antes de que el profesor llegara y lo golpeara con un libro para despertarlo - Oye Nakamura, venga vamos despierta - su intento de despertarlo parece haber sido muy efectivo, solo un susurro con esas palabras en su oído y un ligero golpe en su hombro y el otro chico ya parecía completamente despierto, hasta demasiado despierto se arriesgaría a decir -AHH! hola hola si, quiero decir buenos días sisi buenos días Hirose!-

Mierda... Nakamura estaba al borde de la taquicardia, apenas abrir sus ojos estaba ahí Hirose a escasos centímetros de su cara y no ayudaba que se hubiera puesto "eye eye eyes" debe ser una broma... o no?

Para añadir a todo Hirose solo se le había quedado viendo y de poco se iba acercando hasta que de golpe paró- lo hiciste- le dijo con la sonrisa más brillante que le había dedicado hasta el momento- ha-hacer qué exactamente?- preguntó el azabache - tu cabello bobo, te ves genial... ves te lo dije!- Podía morir en ese preciso momento el estaría encantado, no solo la cercanía, sino también que haya notado ese pequeño detalle de su corte de cabello que claramente fue hecho gracias al comentario de Hirose en el viaje escolar. No cabía duda que estaba enamorado hasta arriba de ese chico- En realidad te gusta? gracias por notarlo - susurró lo suficientemente alto como para ser escuchado por su contrario, del cual no sabe ni cuándo ni cómo había dejado de mirar a los ojos, desviando su mirada a sus labios -Nakamura? ¿tengo algo?- Y afortunadamente antes de que pudiera responder una tontería como "Si, tienes labios muy bonitos" el profesor entró al aula, obligando a Hirose a irse directamente a su lugar.

𝐸𝓎𝑒 𝑒𝓎𝑒 𝑒𝓎𝑒𝓈 【𝘎𝘰 𝘧𝘰𝘳 𝘪𝘵 𝘕𝘢𝘬𝘢𝘮𝘶𝘳𝘢!】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora