First love/Late spring ♡ Kyman

All I want is you

ALL I WANT IS YOU

A la mañana siguiente Cartman despertó con Kyle a su lado. Era extraño, lejano ver cómo alguien con quien te habías llevado tan mal estaba a tan solo unos centímetros de tu cara. Su respiración era tranquila y rastros del maquillaje de la noche anterior todavía estaban impregnados en su rostro. Un pequeño empujoncito hacia delante y Eric podría rozar los labios de Kyle, probar a quitarse ese horrible picor que tenía cada vez que el otro chico estaba cerca. Sin embargo, no se atrevió a hacerlo.

Los recuerdos de esa noche estaban empezando a juntarse como un puzle, un puzle carente de muchas piezas. Había lagunas de largos lapsos, pero si sabía algo con seguridad era que los efectos de las sustancias que había metido en su cuerpo todavía no se habían disipado por completo. Estaba mareado y con una angustia terrible debido al acre sabor del vómito, y presentía que iba a pasar unos cuantos días sintiéndose como una mierda.

Cuando una particular ola de malestar inundó su cuerpo, Cartman se levantó con rapidez y fue corriendo al baño. Lo de vomitar estaba empezando a ser una fea costumbre que no estaba dispuesto a seguir haciendo. Por suerte simplemente fue una falsa alarma.

Abrumado por todo lo que había pasado la noche anterior en el cuarto de baño, Eric regresó rápidamente a su dormitorio. Kyle seguía dormido, no se había movido ni un solo milímetro. Con cuidado de no despertarlo volvió a meterse en la cama a su lado, observando en todo momento aquella imagen de Kyle para no olvidarla. Claro que no era la primera vez que lo veía durmiendo, pero habían pasado años desde la última vez que Eric había espiado a Kyle.

Sin pensarlo demasiado, Cartman agarró su móvil y puso la cámara trasera frente a Kyle. Era una mala acción, atravesando la barra de la ilegalidad, pero en esos momentos no le importaba lo más mínimo. Quería atesorar esa imagen, probablemente no iba a volver a tener a Kyle durmiendo a su lado nunca más. Se veía tan apaciguado que se asemejaba ligeramente a cuando era más niño, como si de pronto hubiera rejuvenecido.

Un leve gruñido por parte de Kyle hizo que Cartman apartarse el móvil y lo dejase en su mesita de noche. Dios, si tan solo pudiese acercarse y plantarle un beso, abrazarlo con todas sus fuerzas, oler su pelo, morder su cuello; pero no, no podía. Lentamente Kyle abrió sus ojos y bostezó contra al almohada, vagamente fijando su mirada en el dueño de la habitación.

—¿Cartman? —preguntó con voz áspera mientras frotaba sus párpados—. ¿Cuánto tiempo llevas despierto? ¿Qué hora es?

—No mucho, estaba esperando a que te despertaras. Y no lo sé —escucharse a sí mismo otra vez era chocante, apenas podía reconocer su propia voz.

—No hacía falta —murmuró tímidamente—. Además, la próxima vez no te quedes mirándome así, da como miedito y es... raro —rio incómodo.

Kyle se sentó en la cama y miró la hora en su teléfono móvil, eran las ocho y veintiocho de la mañana. Con razón se sentía tan cansado. Cuando giró su vista de nuevo a Cartman, lo vio sentado a su lado con la cabeza un poco echada hacia atrás y sus ojos cerrados.

—¿Te sientes mejor hoy? ¿Tienes hambre o algo?

—Mmmh, estoy mejor, sí —contestó casi sin fuerzas—. ¿No te arrepientes de haber venido? Podrías haberte quedado con Stan... o Kenny, o quien fuera, pero viniste.

Por unos instantes, ni siquiera Kyle supo qué responder. ¿Se arrepentía de haber venido? Hasta el momento no lo había pensado, no había tenido tiempo. Ayer estuvo tan asustado y con tanta adrenalina en vena que apenas pudo procesar todo lo que ocurrió. En primer lugar tampoco sabía por qué decidió ir a casa de Eric, o por qué al ver la puerta abierta entró en vez de pedir ayuda o llamar a alguien. No obstante, cada vez que se le venía a la mente aquel Cartman demacrado, que no podía mantenerle la mirada por más de cinco segundos, Kyle no podía evitar sentirse aliviado por haber llegado a tiempo.