Capítulo 4

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Pasó una semana, no había una rutina como tal, a veces salía o veía la tele, a veces intentaba hablar con el chico pero nada.

A veces el salía y lo dejaba solo unas horas, lo cual hacia más eterno el tiempo. Después regresaba con bolsas de todos tamaños, regalos y comida. Le había comprado ropa, pinturas y todas las cosas que a él le gustaban pero nunca pudo comprarse.

- Le entregó una bolsa.

- Woow gracias, pero no puedo.

- Negó.

- Pero...

- Negó de nuevo.

- Bien lo aceptaré.

Con trabajo aceptaba cada regalo, le traia puras cosas de marca, entre ellos ropa de gucci, una marca que amaba pero nunca pudo comprar. Tampoco entendia de donde sacaba tanto dinero, no lo veia trabajar núnca.

- Cómo es que tienes tanto dinero? no entiendo, nunca te he visto trabajar.

- Le escribio por enésima vez.

- Por favor háblame, es aburrido solo escucharme a mi.

- Señalo la tele.

- Eso no me mantendra entretenido, quiero escuchar tu voz. Aunque pareces mas joven - acaricio su cabello revolviendolo un poco.

Despues le entrego la nota, él no lo notaba pero en esos momentos Yibo estaba más rojo que las rosas del jardin.

"Mi familia es rica, soy el hijo mayor así que puedo gastar todo lo que quiera, y sí trabajo solo que tú no lo vez.

Todavia no me siento listo para hablarte, solo dame tiempo"

Bueno, estaba bien para él. Se encontro a un chico con altas probabilidades de ser guapo, que sabe cocinar y además es rico. No perdía nada ahí, se puede decir que ganaba.

Se le hizó algo infantil el como señalo la pantalla con ese oberol y playera de rayas. Se vio muy tierno aunque no podia ver el gesto de su rostro.

Yibo tenía horarios fijos para algunas cosas como bañarse y dormir o mantener entretenido a su secuestrado, "charlando" con él.

Zhan estaba aprendiendo esos horarios, le pareció de nuevo algo infantil, el no tenia horarios para la hora del baño. Pero infantil lindo, no le era bobo, solo tierno.

Era la unica persona 3D que estaba con el. La tele era divertida por un rato pero, de nuevo se sentia raro. Algo le seguía faltando.

Un pequeño vínculo se formaba entre ellos, hablaban más seguido y eso hacia a Zhan abrirse más con él generando confianza y una pequeña amistad.

Cada dia le daba mas curiosidad el como seria su rostro, tan solo su voz. Asi que siguió insistiendo.

Cuándo seria prudente mostrarselo? Él solo daba la misma respuesta, "Todavia no puedo hacerlo, dame tiempo"

Algo muy tedioso; tambien no terminaba de entender cómo estaba eso de que él lo salvó. Hasta donde entendia, el nunca habia hecho nada por nadie, solo por él.

Yibo, se la pasaba escribiendo, en su habitación mantenía una carta importante, algo asi como un poema o una canción, no sabia si entregarla o no a Zhan. Tenía miedo de sus palabras, pero en ella explicaba muy bien su sentir.

Siempre le daba una leida, pues aun no estaba completa, faltaban palabras que expresar y necesitaba mucha concentración.

Siempre dejaba su puerta cerrada, se hacía a la idea de que en algún momento Zhan entraría ahí y veria todo, o le intentaría quitar la mascara dormido. Algo que no iba a permitir por más amor que le tuviera.

Zhan podía ser una bomba si quería, pero hasta ahora la mecha no habia sido encendida. Hasta ahora.

Mayormente se comportaban como dos niños jugando y hablando. Eso de empezar a sonreir les gustaba. Zhan tuvo un cambio de 180°, ya que los primeros dias casi no sonreía pero empezo a notar que basicamente un niño lo habia secuestrado asi que se apiadó de eso y empezó a sonreír.

A el le gustaban los niños, pero nunca tuvo un hermanito o algo parecido, asi que era genial para él ese chico, que era más alto y más fuerte que él pero a la vez más inmaduro y fácil de convencer.

Yibo sabia que por eso Zhan sonreía, asi que siempre aprovechaba y se comportaba así, y en si, esa era su naturaleza solo que nunca la habia mostrado. Ahora podia actuar natural con su Zhan, un pequeño acercamiento pero era ganacia despues de todo.

EstocolmoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora