Estocolmo

Capítulo 8

5 meses secuestrado, no se veía nada mal su situación. Estaba tranquilo, tenía todas las comodidades que núnca tuvo y estaba algo enamorado de su secuestrador. Era algo loco admitirlo pero, era cierto, ahora tenía el síndrome de estocolmo. ¿Pero qué más daba? No le dejaría trauma alguno.

Alguien tocó la puerta, lo cual le impresionó. La fue abrir esperando que todo fuera una alucinación suya pero no. En frente de ella estaban dos policías.

- Xiao Zhan.

- Mm soy yo.

- Salga rápido de aquí - lo querían jalar.

- ¿Pero porqué?

- Estuvó desaparecido casi medio año, ¿Porqué no debería de salir?

- Ah bueno porque...

Y en ese momento bajo Yibo como si nada, hasta que vio la escena y se petrifico. ¿Qué tal si lo inculpaba? Estaba en su derecho pero no quería perderlo.

- ¿Ese fue quién lo secuestro?

- No y no estoy secuestrado.

- ¿Entonces porqué trae mascara?

- Mm estabamos jugando.

- ¿Jugando? No nos intentes engañar, de seguro estas siendo amenazado.

- Estamos jugando, ya se lo dije, el es mi novio.

- Quitese la mascara.

- Hazlo - se tapo lo ojos.

Yibo se la quito y vio a los oficiales algo molesto, se le quito el miedo que sentia.

- Oh por dios, Se...Señor Wa...

- Los cayó poniendo su dedo en sus labios.

- Ahora los policías temblaban - ¿Pero porqué él se tapo los ojos?

- Facíl, es parte del juego. ¿Quién los mandó o qué?

- Ah, en el trabajo, se dieron cuenta de su ausencia al mes y medio cuando descompusieron algo y no lo encontraron. Después nos lo reportaron y vimos que no había cambiado de casa o había regresado con sus padres. Suponíamos que estaría secuestrado o...Muerto.

Después de eso, los policías se retiraron rápidamente y Yibo se volvió a poner la máscara, Zhan se quitó las manos de sus ojos y dió un gran suspiro.

- Casi.

Yibo lo acorralo.

- Espera, no hice nada malo.

- Escribió.

- Leyó - ¿Qué fue eso de novio? ¿Qué estabamos jugando?

Lo miraba fijamente.

- Este...Fue lo primero que se me ocurrió... - se puso rojo - Te salve.

- Escribió de nuevo.

- Leyó - ¿Y qué jugabamos en tu mentira?

- No se, un juego.

Lo había secuestrado en mayo. ¿Cómo era posible que se dieran cuenta tan después?

- Por cierto la vez que vi lo de tu cumpleaños vi otro mensaje, decía que regresaras inmediatamente. ¿A dónde? ¿Con quién?

- Escribió.

"Mis padres quieren que vuelva, papá ya esta algo viejo y quiere dejarme la empresa a mí, pero no pienso volver jamás"

- Pero, es importante, deberías regresar, aunque sea a verlos.

- Escribió.

"No, ahora lo importante aquí eres tú, además todavía tengo algo importante que hacer"

- Esta bien.

Yibo había estado ignorando los mensajes que sus padres le dejaban. No regresaría núnca y lo mejor es que no sabían donde estaba.

El unico que sabía el nombre del contrario era Yibo. Zhan estaba arto de llamarlo simplemente oye. Quería decir su nombre. Por más difícil que fuera esté de pronunciar, él queria saberlo.

- Dímelo.

- Negó.

- Vamos.

- Volvió a negar.

- ¿Porqué? - se cruzó de brazos - soy mayor dímelo.

- Negó una tercera vez.

- Pero tengo que llamarte de alguna forma, decirte solo "oye" no me resulta comodo.

- Escribió.

- Volvió a leer - Solo espera un poco más...¿Cuánto?

- Escribió.

- Leyó - Dame máximo un mes, bien, solo un mes.

- Asintió.

Ya solo tenía que doblar el papel, necesitaba ese tiempo para agarrar valor y quitarse por fin esa mascara. Solo ese mes o menos para mostrarse.

Zhan esperaría por mucho un mes, no más, si se pasaba aunque fuera por un segundo, él tomaría sus medidas para quitársela y hacerlo hablar. Tenía claro que todo podía pasar aquí.