Dante Adams
Llegó el día en el que iría al colegio que mis padres tanto anhelaban que fuera, ni siquiera sé dónde se encontraba, todo lo hacía para que mis padres por fin se sientan orgullosos.
Al salir de mi casa me dirijo a una cafetería rápido, el chófer de mi familia, Brad, sabía que nunca salgo comiendo de mi casa. Mis padres saldrían pronto a su trabajo, 6:00 am, mi hermano iba en cambio a la universidad a la misma hora. Toda mi familia es conocida por su frecuente puntualidad, menos yo.
Al salir de la cafetería nos dirigimos a las afueras de la ciudad, al llegar al colegio miré un poco el lugar, la entrada era una puerta gigante, el nombre del lugar en letras grandes de bronce bien cuidado estaban colocadas arriba de la puerta, al lado de la puerta solo se podía ver arbustos que usaban de cerramiento. Mire de reojo mi reloj, y estaba llegando tarde.
Lo que me faltaba, llegar tarde el primer día
Entré corriendo y no había ninguna persona por los pasillos, seguía corriendo hasta encontrarme a dos chicas, reconocía a una de ellas, también estaba en el intercambio así que supuse que la otra chica le estaba dando indicaciones del lugar, Daila me parecía una persona muy divertida, siento que es de esas personas que nunca te vas a aburrir cuando estás junto a ella.
Después de todo el transcurso del colegio, que fue solo media hora en clase, por un accidente, salí pronto y me dirijo a casa. No entré a clases, sabía que mis padres no les gustaría eso, al menos hice nuevos amigos.
Al llegar cambié mi uniforme y me distraje un momento con Rick, mi perro, ya estaba muy viejo y siempre pasa durmiendo, era con el único que pasaba desde niño. Hasta que escuché un sonido de mi teléfono, era Mael con la dirección de su casa, y un mensaje de mi padre.
Papá
- Me avisaron del colegio que no has entrado en ninguna clase. Cuando llegue hablamos.
Si, me fue todo bien hoy papá, gracias por preguntar...
Yo
- Voy a salir, regreso pronto.
Dije eso y salí de mi casa, le di la dirección a Brad, y llegamos a unos edificios. Me despedí de Brad y subí al departamento. Llegaba casi a la penthouse, aunque el lugar se veía lujoso.
Al llegar, estaba Daila y Mael, aún no llegaban Cristel ni Dakota. Así que tomamos la decisión de esperarlas. Pasaba mirando el lugar, su departamento era grande, tenía un ventanal que llegaba del suelo hasta el techo, ocupaba gran parte del lugar, y del ventanal salía una terraza en donde se veía toda la ciudad, el lugar era muy lujoso y grande.
Mael vino de la cocina y salió a la terraza. Lo acompañé a ver que hacía. Sacó una cajetilla de tabaco y lo prendió, se dio cuenta de mi presencia y su mirada me dio a entender que, si quería uno, negué y siguió en lo que estaba.
- No sabía que fumabas.- dije curioso
- No sabes muchas cosas de mi- sonrió mirando a la nada. - apenas nos conocimos, tampoco se mucho de ti aparte de que eres el hijo del empresario Marco Adams
- Pensé, que nadie sabía eso.
- Somos del mismo nivel por así decirlo, mis padres también a veces no saben de mi presencia. - ríe por lo bajo.
- imaginaba que mis padres eran los únicos que hacían eso.
- Ya lo superarás, pensaba lo mismo que tú y luego me di cuenta que siempre van a poner en primer lugar el trabajo así que, pedí un departamento aparte y ellos se lo tomaron muy bien. Siento que te falta mucho por vivir jajaja.
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No más secretos
Mystery / ThrillerUn grupo de nuevos estudiantes de diferentes colegios ganan un pase al colegio más prestigioso del país. Conocido por ser muy estricto pero sin registro ni antecedentes del lugar en donde está situado, despierta la curiosidad de cuatro chicos sob...