4. Nishinoya Yuu. •[Por la mañana]•

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Te estabas despertando, no sabías que hora era, pero ya se veían entrar un par de rayos de sol por la ventana de la habitación. Te estabas despertando, sí, pero no se sentía igual que siempre, estabas agitado y sentías la respiración pesada. No sabías que estaba pasado hasta que viste una prominencia en las sábanas inusual, por lo que decidiste mirar dentro.
Seguías medio dormido, pero en aquel instante reaccionaste. Tu novio, estaba intentando despertarte de una forma poco convencional. Tu mente aún no conectaba del todo y ver a Yuu tan temprano haciéndote sexo oral, te había cortocircuitado el cerebro. Viste a aquel chico mirarte directamente a los ojos cuando te destapaste, sin dejar de mover su lengua en círculos por todo tu glande. Este, se limitó a sonreír y un segundo después seguía disfrutando tu sabor.

- (T/N): ¿B-buenos días? - dijiste un poco titubeante ante la escena que estabas presenciando.

- Nishinoya: Buenos días bebé, me alegro que no estés enfadado por despertarte así - siguió acariciando con su lengua todo el largo de tu pene.

- (T/N): Eh... n-no estoy e-enfadado... - casi no pudiste terminar la frase debido a los gemidos que te estaba provocando el chico.

- Nishinoya: Bien, entonces disfrútalo todo lo que quieras.

Te guiñó un ojo y siguió a lo suyo. Tu te acomódate echándote la espalda un poco para atrás, apoyando una mano sobre el mechón rubio de Yuu. Sabías que le encantaba llevar el control de la situación en todo momento, pero también le ponía que tuvieras tus exigencias, le encantaba que le propusieras juegos e intentarlos.

Cerraste los ojos y gemías por cada movimiento que hacía. No entendías como, en el año y medio que llevaban de relación, mejoraba cada vez que lo hacía. Él movía su cabeza arriba y abajo acariciando con su lengua por cada lugar que pasaba, intentando introducir todo tu largo dentro de él. Sentías palpitar tu polla, y como esta dejaba soltar Líquido preseminal.

- (T/N): Yuu... estoy llegando... no pares por favor! - diciendo esto último más alto y gimiendo.

Nishinoya reaccionó e hizo lo que pedías. No paraba de absorber tu parte baja cuando de repente arqueaste la espalda y sentiste escalofríos por todo tu cuerpo. Era electrizante, experimentaste el mayor orgasmo de tu vida. Podías notar como toda tu piel estaba sensible con cada roce de tu novio, con cada roce de las sábanas o simplemente con el contacto con cualquier otra cosa.

- Nishinoya: Bebé, ¿quieres que lo haga otra vez? Te has puesto tan bonito cuando te has venido que me he quedado con ganas de más. - habló con un brillo en los ojos especial, como si fuera la primera vez que ha visto nevar.

- (T/N): ¿Sí? - volviendo a la casilla de salida, con la voz adormilada casi como cuando te estaba intentando despertar - claro bebé, hazlo - sonreíste dulcemente.

No dudó un instante, que ya lo tenías otra vez metido en tu entrepierna, bebiendo de los jugos que habías esparcido por ahí.
Esta vez tú lo estabas mirando casi fijamente sin perderte un solo movimiento. Sin perder la manera de como acariciaba con su lengua tu glande. Cuando se concentraba en ese lugar parecía como si estuviera en la cancha... tan callado, tan sutil, tan bueno.
Te estabas mordiendo el labio reprimiendote un gemido. Tu pene estaba sensible, acababas de tener un orgasmo, pero a tu novio no se le escapaba una. Él notó que estabas aguantandote, así que fue un poco más allá y decidió acariciarte los testiculos y el ano. Gemiste. Te encantaba que jugara con tus testículos, era una sensación maravillosa, que tu novio sabía que te encantaba.

El chico ya llevaba un rato acariciando la zona. Tu no parabas de gemir en alto, creías que tus vecinos iban a molestarse por el ruido. A Nishinoya se le escapaban de vez en cuando algún que otro gruñido ronco por la garganta, pero estos se quedaban en tu piel, la cual tenía el chico pegada a sus labios. Sentías la necesidad que tenía tu novio en que llegaras de nuevo al orgasmo. Y esto no tomó mucho tiempo, masturbándote con su mano y absorbiendo un testículo, llegaste de nuevo.
Esta vez era más intenso, no sabías que pasaba, no conseguías parar de gemir y Nishinoya no paraba de masturbarte aún con su mano. Tu espalda se volvió a arquear y apretaste las manos en las almohadas que tenías atrás tuya. No entendías nada, seguías viniéndote aún, así que entre gemidos te alzaste un poco a ver a Yuu. Lo viste con la cara empapada, con una cara de sorpresa. De pronto un pequeño chorro salió de ti. Tú te sonrojaste, no entendías nada.

- (T/N): Yuu... Lo sien-

- Nishinoya: ¡(t/n)!, eres impresionante, no sabía que podías hacer un squirt. Realmente ha sido increíble - te miró con unos ojos llenos de ilusión, mientras te acariciaba las piernas.

- (T/N): Bebé... yo tampoco tenía ni idea que podía hacer eso... ¿De verdad que no te molesta?¿Esta todo bien?

- Nishinoya: ¿¡Molestarme!? Al contrario bebé, me ha encantado - reíste un poco - Entonces, si antes no lo habías hecho nunca, te lo he provocado yo ¿no?

- (T/N): Eh, sí, supongo que sí.

- Nishinoya: Prepárate para la tercera ronda de la mañana. - mirándote tu entrepierna fijamente con una cara seria ya casi llegando con su boca otra vez, le paraste con la mano.

- (T/N): Oye... en vez de intentarlo de nuevo... mejor me encargo yo de otra cosa... ¿que te parece? - intentando ser lo más seductor posible, le tocaste con tu pie su pene ya muy erecto.

- Nishinoya: ¡Claro! - apartándose rápido.

"Menos mal que le he convencido..." pensaste para ti mientras le quitabas los boxers a tu pareja.

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Nos vemos en la siguiente historia.

¡¡Besitoooos!!

Haikyuu × Lector •[One-shots]•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora