Gat.

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Él era café fuerte, orgullo, frustracion e impotencia.
Él era las caricias y el confort de creer que no iba a jamas sufrir otra ausencia.
El era café fuerte, el amanecer en mi ventana y lo que me hizo resistente.
El era apasionado hasta el infierno...
El era el perfecto limbo entre lo que quiero y deseo.

Ahora es sueños roto, ojeras enfermas, despertarse a horas alternas.
Es cercano y visible pero nunca tangible tal y como la espesa niebla.

El es todos mis sollozos y todas mis forzadas sonrisas por cortesía.
Y el fue una cálida brisa en esta tormenta que todo lo bueno eclipsa.

El es aún café fuerte. El es aún pasión. El es aún lagrimas derramadas. El es aún mi niebla. El es aún lo que me lleva al completo arrebato.
El es aún a quien amo.

El es tambien el único que quiero,
y ese fue el comienzo, de como se derrumbo mi mundo entero.

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Te juro lector, que si esto no te hace recordar nadie, aún no te has enamorado.

Incompetentes Retazos de NadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora