Borrador de un despechado no-tan-idiota

117 13 0
                                    

Eres un misterio.

La incógnita que ansío responder.

¿De qué? ¿Cómo? ¿Por cuanto? y ¿Donde te escondes?

Tarde o temprano lo voy resolver.


Te escabulles de mis brazos,

aunque intente seguirte y suavemente arrullarte en ellos,

termino oyendo un coro absurdo de tus labios,

cantando dulcemente que te libere de este engaño.


Diablos.

Hoy mismo ni me has hablado.

¿Habré hecho algo malo?

Te he acaso... ¿desencantado?

¿O la suficiente atención a tus desviaros cotidianos no he prestado?


Creo por momentos que debería rendirme y tirar todo por la maldita ventana,

pero luego tu llegas,

bates tus pestañas,

y ahí estoy yo como loco gateando entre tus piernas,

enredado a tí,

ahogado en tus telarañas.


¡Oh! Todo arreglado


Si arreglado, pero cuando te das la media vuelta y otra vez me niegas tu amor,

mi boca se torna extraña,

venenosa,

con gusto a ponzoña.


Se me revuelven las entrañas mientras a los brazos de él de agarras,

te afianzas,

y ahí es cuando soy yo el que comienza con el coro absurdo de plegarias.


Y llegas... y tu llegas...

llegas pero nunca lo suficientemente cerca de mi para atraparte con alguna gran azaña,

y jamás lo suficientemente alejada de él como para crearme mayores y fortuitas esperanzas.


¡Hey! Creo que ya capté esta cosa,

fui el suplente temporal y temerario para que desbordada no termine tu flota.

¿Me entiendes verdad? Dime que me entiendes,

porque juro que he gastado mucho tiempo arraigado a tus juegos endebles,

como para que no puedas comprender lo que este condenado chico intenta hacerte ver.


Vamos, no eres estúpida.

Déjame ver de qué madera están construidos tus cimientos.

Déjame confirmar que aquí, para nosotros, hay un posible y mísero intento.

Déjame columpiar en las grietas de tu moral... ¿o tienes miedo de lo que yo, tu simple distracción, pueda encontrar?


Nunca tuviste miedo...


No, nunca te espantó el provocarme este agujero,

este vacío...

¿Que haces? porqué me das este beso?

no, ahora aléjate de mi,

tápate tus malditos senos,

esconde tus garras,

encierra esa lengua tuya llena de pelos,

todo lo que antes quería que me dieras ahora suena vil y obsceno.


No intentes recuperarme, no soy quien quieres.

Mira por tu camino, que yo ahora mismo crearé uno mío,

toma este abrigo, y 5 pesos para un boleto de colectivo,

ve y dile a ese bastardo todos esos tus secretos prohibidos.


Te das la vuelta,

sin mirar atrás entiendes que aquí conmigo terminó tu treta.


Al final no valí ni una sonrisa de lástima,

pero lo capté en serio,

no eras un misterio,

no eras una incógnita que yo quería resolver,

no eras un algoritmo complicado,

ni un puto juego de ajedrez.


Después de todo, tan sólo eras una chica desquiciada que deseaba ser amada,

encontraste un patán que quisiste tener con tu estante de futuras adquisiciones,

y a otro como yo, que te dejaba tomar todas las decisiones.


¿No esta el mundo lleno de estos actores? ¿Y falto de buenas (no correctas) intenciones?

Vamos, preguntatelo,  escuentra la razón

mientras busco recoger en el suelo los restos de mi amargo corazón.

Incompetentes Retazos de NadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora