Capítulo 1.

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15 de Enero...

Toledo Ohio.

Decir que no me encontraba con mucha adrenalina era mentira. Me encontraba en la pista, la cual era una calle que cerraron para la carrera, estaba con mi espalda recostada en la fría pared de un edificio el cual estaba estallando de gritos eufóricos por parte de todas las personas del edificio ya que se encontraban en los balcones animando y viendo todo desde ahí.

Yo me quedé viendo a la gente desde ahí, esperando mi llamado para dirigirme al centro de la pista y subirme a mi auto para así empezar la carrera del mes.

La idea de esta carrera es ir derecho hasta llegar a un estacionamiento por el cual tenemos que hacer unos giros para luego salir a unas rampas del estacionamiento que nos dirigirán al techo del edificio ahí se viene el momento épico. Debemos juntar nuestros coches con un ancla que está en nuestros autos y así poder agarrar velocidad y saltar al otro edificio.

Estaba tan concentrada en memorizar los pasos de la carrera que no me di cuenta que uno de mi amigo me estaba llamando. -Lilith, ¿Te encuentras bien?.- se posicionó frente a mi.

-Me encuentro bien, Cisco. Solo estaba memorizando la carrera.- sonreí momentáneamente.

-De acuerdo. Venía a decirte que vayas y que tengas cuidado, puede ser peligroso.- mencionó Cisco con un tono preocupado sonriéndome.

-Cisco, no tienes de qué preocuparte. Estaré bien.- suspiré con tranquilidad y le dediqué una última sonrisa. Cisco es mi amigo desde los trece años, fue el único que logró entrar a mi corazón, es como un hermano para mi.

-Lo sé, eres tú. Pero ser tu también implica peligro- me miró con una pequeña mueca sacándome una carcajada. Se despidió dedicándome un 'suerte' y se fue corriendo a las gradas donde se encontraban mis otros amigos.

Me dirigí al centro de la pista o mejor dicho de la calle, y ahí los gritos y aplausos se intensificaron. Esto parecía un maldito carnaval habían personas tocando bombos, trompetas y guitarras. También habían niños jugando con espuma de carnaval, habían personas bailando por la música. Repito. Un maldito carnaval.

-Lilith Brown, que gusto verte de nuevo.- una voz me sacó de mis pensamientos.

-El maldito H.L Crozz, que gusto verte otra vez.- sonreí algo burlona mirando como se acercaba a mi con una sonrisa de superioridad. Él podía llegar a ser un narcisista y egocéntrico de mierda pero era un buen amigo cuando se lo proponía.

-¿Te importaría acompañarme a la fiesta que voy hacer después de la carrera en mi bar?.- llegó a mi lado y agarró mi mano para besar el dorso de esta con delicadeza.

-Sería un placer, H.- reí ligeramente.

Una bocina nos hizo salir de nuestra burbuja para voltear a ver a la chica que se acercaba al centro de la pista. Demonios que era linda, rubia, tenía caderas anchas y pechos grandes. Estaba vestida con una maya negra con el logo de la empresa de autos de H.L, quienes patrocinaron la carrera, y un mini short blanco, también usaba unos tacones de punta negros de tiras. Me la follaría después.

-Vamos a empezar de una vez la carrera. Por favor vayan a sus autos.- sonrió coqueta mirándome y luego mordió su labio discretamente solo para que yo la vea. 

La chica se me quedó viendo coqueta para luego hablar. -Hola, Señorita Brown. ¿Va a ir a la fiesta del señor H.L?- se acercó a mi sensualmente para tocar mi hombro suavemente.

-Claro. Nos veremos ahí, si me encuentras.- le seguí el juego coquetamente para luego caminar hacia mi auto con H.L siguiéndome.

Caminando hacia nuestros autos mientras recibíamos aplausos y todos se preparaban para ver la carrera, H.L habló: -¿Por qué siempre te coquetean a ti y no a mi? Me ignoran, parece como si no existiera.- se quejó con disgusto. 

Reí ante su pregunta. -Es por que tienes cara de gay.- mi risa se incrementó al ver su sonrojo y cara de indignación. Las personas gritaban y hacían más ruido. La chica se dirigió al frente de nuestros autos en el centro para comenzar la carrera. Aproveche el tiempo y me puse mis audífonos con la canción Sucker for Pain de Lil Wayne. La chica alzó las dos banderas y así comenzó la carrera.

[...]

La carrera había salido exitosa y por suerte no morimos en el intento del salto. Ahora nos encontrábamos en la fiesta de H.L bebiendo como nunca y para mi suerte la rubia me encontró.

-Pensé que no podría encontrarla nunca, señorita Brown.- sonrió coqueta jugando con su cabello.

-Vamos a mi habitación. Te tengo una sorpresa.-le sonreí cínicamente.

-Sería un verdadero placer, señorita Brown.- agarré su mano y caminé con ella hacia un pasillo. Entramos a una habitación y en el minuto en el que se distrajo le puse un cuchillo en el cuello.

-¿Que hace señorita Brown?- estaba tartamudeando mientras su cuerpo se tensó y tembló levemente. Ella estaba muerta del miedo mientras que yo estaba completamente entretenida.

-Me estoy divirtiendo.- mencioné en tono burlón y con una sonrisa. Aproveché que no habló para clavarle el cuchillo dos veces en el abdomen.

-No es personal, cariño.- reí brevemente para luego arrojarla al suelo y seguir con mi trabajo. Le clavé el cuchillo repetidas veces en el abdomen hasta que dejó de forcejear y de gritar para clavárselo en el ojo izquierdo.

Pasé mi mano por mi rostro para quitar un poco de sangre pero terminé ensuciándome aún más con mis manos. Me quejé levemente antes de mirar el reloj en la pared. Mierda. Tengo que irme, son casi las dos de la mañana y si no llego a empacar las maletas no podré tomar mi avión para los Los Ángeles.

Planeé esta carrera ya que sería la última. Fue una despedida para mi.

Salí de la habitación para dirigirme a la mesa donde estaban Cisco y H.L. -¿Sabes que podes arruinar mi imagen al aparecer así?.- H.L me regañó al verme manchada de sangre. Cisco me miró con algo de confusión antes de reír levemente.

-Ya sé por qué estás así.- rió.

-¿Y si no por qué más, Cisco?.-frunció las cejas H.L.- Aparte, ¿que te costaba dejármela para después? Estaba linda, carajo.- se quejó.

-Ya te lo dije...- comencé.

-Tienes cara de gay.-finalizamos Cisco y yo antes de reír. H.L solamente gruñó para luego tomarse su margarita de un solo trago.

Me despedí de ellos antes de irme a mi departamento. Llegué y me fui a mi habitación a hacer mis maletas para luego dirigirme a mi avión, iba a ser un vuelo largo, así que dormí en todo el vuelo.

Vamos a ver que me depara Los Ángeles...

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