20 de Enero.
Viernes.
08:45 a.m.
Los Ángeles.
Academia Calasanz.
Lilith Brown
Me encontraba en la academia para poder inscribirme, había hablado el martes con Stefan sobre mis estudios y me convenció de asistir a esta academia. Voy hacia secretaría para esperar hablar con el director. Cuando llego a secretaría me recibe una mujer de unos setenta y ocho años de edad, parecía agradable.
-Buenos días, soy Alessandra Stevens. Necesito hablar con el director.- la señora me dedicó una cálida sonrisa la cual devolví.
-Buenos días. Claro, Señorita. ¿Me permite sus documentos, por favor?.-
Le di todos los documentos para que los verifique. Stefan había hecho muy bien su trabajo, algunos les cuesta hacer documentos falsos y los terminan descubriendo.
-Muy bien, todo se encuentra en orden. Le pido, por favor, si puede esperar hasta que el director termine de hablar con un alumno.- señaló las sillas de espera con una pequeña sonrisa.
Le agradecí y me senté a esperar. Luego de unos minutos, salió un hombre mayor de unos cuarenta años aproximadamente, seguramente era el director y atrás de él salió un chico bastante lindo. Era rubio, ojos celestes, cejas algo gruesas, labios rosados y algo grandes, también tenía mandíbula marcada. Él cuando salió pareció darse cuenta de mi presencia y volteó a verme, su mirada al verme se iluminó, pareciera que estuviera viendo lo más hermoso en su vida.
Escuché al director decirle a el chico algo. -Lo siento Dioniso, pero nadie vino a inscribirse con ese nombre.- el hombre negó con la cabeza mientras se daba media vuelta para volver a su oficina pero se detuvo al verme.
-Buenos días, Señorita. ¿En qué puedo ayudarle?.- el señor me dió una sonrisa y se acercó un poco.
-Un gusto, soy Alessandra Stevens. Vine a inscribirme para este año.- me levanté del asiento y caminé hacia él.
Él parecía sorprendido cuando mencioné mi nombre falso, también en el instante en el que lo dije volteó a ver al chico, el cual tenía una sonrisa en todo su esplendor. Carajo. ¿Recuerdan que dije que posiblemente no encontraría una sonrisa igual a la de Alexandre?, pues me equivoqué. La sonrisa de este chico me hizo mojarme por lo que tuve que apretar un poco las piernas para tener algo de fricción.
-Un gusto, Señorita Alessandra. Puede pasar a mi oficina, por favor.- sonrió nervioso el hombre. Asentí y me dirigí a su oficina, no sin antes darle una última mirada al chico, el cual me siguió con la mirada hasta que entré al despacho del director.
Luego de unos segundos volvió a entrar el director, parecía nervioso. ¿A este que carajos le pasa?. -Muy bien, Señorita Stevens. Necesito que me de sus documentos y me diga que materia piensa tomar.- se sentó en su silla mientras yo me sentaba en la que estaba frente a su escritorio. Asentí y saqué mis documentos para luego entregárselos así él podía verlos.
-Me gustaría estudiar Relaciones Internacionales. Aunque, primero quiero terminar la carrera de medicina.-
-Por lo que veo le falta un año para terminar la carrera de medicina. Pero ¿Está segura de estudiar dos materias al mismo tiempo?.- hizo una pequeña mueca revisando los documentos.
-Estoy segura y muy capacitada, Señor Director.-
-De acuerdo, Señorita Alessandra. Estudiará esas dos materias este año y el año que viene cuando terminé la carrera de medicina solamente tendrá que estudiar Relaciones Internacionales.- acomodó todos mis documentos y me los entregó. Él tecleo por varios minutos en su computadora para luego levantarse de su silla y mirarme.
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Los Dioses De Mi Infierno
ActionSonreí como idiota enamorada viendo como aquellos chicos, los cuales acababa de conocer, estaban asesinando a alguien de la manera más despiadada posible. Mentiría si dijiera que no me eh mojado viéndolos cubiertos de sangre, sangre la cual pertenec...