Capítulo 27.

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2 de Marzo del 2026.

Domingo.

10:45 p.m.

Italia.

Casa de Los Hermanos Smith.

Lilith Brown.

Carajo. Ahora lo entiendo, Zeus y Lucifer me vieron, por eso actuaron así durante la cena.

-Ese hombre es alguien especial para mi, Mi Niño.-dije acariciándole el cabello con suavidad.

-¿Más que nosotros?.-dijo con seriedad mientras me miraba y apretaba sus rodillas con sus manos haciendo que sus nudillos se vuelvan algo blancos. Pude notar que sus ojos se cristalizaban... quería llorar.

-No... pero sigue siendo importante.-acaricié su mejilla con delicadeza, eso provocó que él cierre los ojos y se apoye en mi mano.

Cuando abrió sus ojos una lágrima se deslizó por su mejilla hasta llegar a mi mano.-¿Quién es, Lilith?.-su mandíbula se apretó mientras me miraba.

''Lilith''...

-No te lo puedo decir ahora. Pero, en unos días, lo vas a conocer. Todos lo van a conocer.-dije mientras bajaba mi mano hasta dejarla sobre su hombro.

-¿Vas a dejarnos por él?. ¿Me vas a dejar?...-dijo bajando la mirada y juntando sus piernas para luego presionarlas contra su pecho.

-Hey, claro que no. Jamás los voy a dejar, y tampoco te voy a abandonar.-dije mientras levanta su barbilla con delicadeza para que me mirara.

Él me miro entre lágrimas y se lanzó a abrazarme con fuerza. Mientras lloraba, escondido en mi cuello, habló:-Por favor, no nos dejes. No me dejes.-

Saqué su cabeza con cuidado de mi cuello para mirarlo a la cara.-Jamás los voy a dejar. No te voy a dejar, Mi Cachorrito.-limpié sus mejillas con mis pulgares y le di un beso en su frente.

-Gracias, Mommy.-dijo mientras se limpiaba sus ojos con los puños.

Reaccioné rápido y agarre sus manos para separarlas de sus ojos.-No hagas eso, Mi niño. Te vas a lastimar, vamos al baño a lavarte la cara.-el solamente asintió con la cabeza varias veces con lentitud para después levantarnos e ir al baño.

Cuando llegamos al baño, empecé a lavarle la cara con lentitud mientras sentía como se iba calmando. Después agarre papel y le ayude a sonarse la nariz para después darle un beso en la frente.

-Gracias, Mommy.-dijo mientras me abrazaba y escondía su cabeza en mi cuello.

-De nada, Mi Zeus. ¿Puedes prometerme algo?.-dije sobando su espalda. 

Él levantó la cabeza para mirarme y asentir varias veces.-Claro que si, Mommy.-

-Prométeme que nunca más vas a volver a pensar en eso... en que te voy a dejar a ti y a tus hermanos. Por que, si vuelves a pensar en esa estupidez, te castigaré y no te vas a poder sentar en una semana. ¿Entendido?.-dije mirándolo a los ojos y acariciando sus mejillas.

El solamente asintió con la cabeza cohibido mientras me miraba con sus ojos hinchados de tanto llorar y, con sus mejillas y nariz, igual de rojas.-Quiero palabras, Mi niño.-dije deslizando mi mano por su cuello.

-Si, Mommy. Entendí.-

-Buen chico.-dije para después darle un beso, el cual correspondió cohibido.

Después de eso nos fuimos a la cama para poder acostarnos.-Mommy, ¿Podemos ver una película?.-dijo mientras se tapaba con las sábanas.

-Aun es temprano, así que sí. ¿Quieres que haga palomitas, Mi Zeus?.-dije mientras prendía la televisión. Él asintió repetidas veces emocionado, me levanté y me dirigí a la cocina para prepararlas.

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