once

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— ¿Te rompiste el brazo? ¿Por ella? — Momo torció sus ojos al escuchar a su novia detrás de ella. Volteo a verla.

— Tropecé con la ventana abierta, no por ella. — la morena solo rio, viéndola fijamente.

— ¿Por qué sigues con ella? — Dahyun llego en el peor momento, así que solo se escondió detrás de una pared. Ella quería defenderse pero por alguna estúpida razón se quedó esperando por una respuesta de su novia. Recibió una rápida.

— Porque la amo de verdad, Sana, y realmente voy seria con ella, a ti no te debe de importar nada. — Sonrió, y salió de su escondite. Dahyun vio fijamente a la morena, y sostuvo la cintura de su novia mientras sonreía. Tomo su rostro, la beso, y Momo solo la vio de una forma idiota.

— ¿Todo listo, osita? — Sin esperar una respuesta comenzaron a caminar por el campus de la universidad, y el mayor noto que su novia estaba de buen humor. Ella chisto.

— Amor, ya te dije que no me gusta que te sientas celosa. — Dahyun solo abulto sus labios mientras entrelazaba su mano con la otra, y comenzaron a caminar al departamento de la mayor.

Solo entraron y Jeongyeon tiro al suelo un objeto de plástico, y Momo llevo su mano a su rostro, frustrada.

— No respires, Hyun, vamos a mi cuarto. — Y antes de salir de la cocina, la otra miro la miro con el ceño fruncido. Apenas entraron, la mayor la tomo por los hombros

— Ahora tú júrame que nunca le hablaras ni le harás caso a Jeongyeon, no quiero enterarme de que hiciste eso del bong, ¿Ok? — Dahyun sonrió, negando, y se atrevió a besar a su novia mientras esta dejaba de estar enojada. Solo se miraron. — Por favor.

— Está bien, amor. Pero tú tampoco lo hagas. — La mayor levanto su mano sana, haciendo reír de manera instantánea a la menor. — ¿Cómo pudiste hacer todo hoy con tu bracito roto?

La castaña hizo un puchero, que fue besado por Dahyun mientras se paraba de puntillas.

— Batalle para escribir, de hecho, no pude, Jeongyeon me tendrá que pasar los apuntes y eso, como, si pude, y lo demás normal. — La menor la sentó mientras se sentaba en sus piernas, la volvía a sentar, y torpemente ambas terminaron acostadas en la cama. — ¿A ti como te fue?

— Papá me pidió perdón y dijo que en cuanto te viera a ti también te lo iba a pedir, así que, tendrás cuidado especial por unos meses mientras se cura tu brazo, amor.

— Sería el mejor momento para ir a tu casa y así tu papá no pateara mi trasero. — Dahyun asintió, comenzando a hacer figuras en el pecho de la contraria, y volteo a verla.

— ¿Tienes hambre? — Asintió, haciendo otro puchero. — ¿Tienes pan?

Y la sonrisa de la castaña le hizo saber que amaría completamente el que su novia le cocinara en ese momento. Comenzó a alzar sus cejas mientras seguía a Dahyun hasta la cocina mientras veía a Jeongyeon disimular acomodar la alacena.

— El desodorante no va junto a las galletas.

— Pensé que era aguacate en barra... — Momo solo rio, negando, pero ambas comenzaron a sonreír al ver a la pequeña Dahyun comenzar a caminar por aquí y por allá sacando cosas para empezar a cocinar. — Amo a tu novia, me la quiero robar.

— Ponle un pelo encima y te rompo un brazo.

— Mira quien habla.

— ¿No notas la tensión que hay entre tu rostro y mi puño? — La pelinegra mayor solo volteo a verla y la imito de manea grosera, y Momo suspiro.

— Dahyun, ¿A quién prefieres? ¿A mí o a Momo?

Y la menor sin dudar contesto.

— Momo.

Y la pelinegra mayor solo la vio, entrecerró sus ojos, y susurro. 'tú te lo pierdes'.


¡No Soy una Niña! ‣DahMoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora