El emperador como cada año hace un baile de primavera, en donde todos los omegas solteros asisten para cautivar al emperador.
Pero esta vez el baile se hará debido a que el alfa del emperador se niega a anudar a sus concubinas, ¿Podrá alguno de los...
El Palacio estaba más silencioso de lo normal, Hoseok le pidió a Jimin que se encargue de los preparativos de la boda ya que el ni siquiera podía levantarse de la cama.
No estaba de ánimos, le preocupaba su esposo.
Su cabeza no paraba de pensar en nada más que eso.
—Mami, come algo.— Naum, la mayor de los trillizos omega habló mientras que acercaba la cuchara a la boca de su padre.
El omega solo sonrío débil y aceptó la sopa, aunque cuando terminó de comer le dieron náuseas y corrió al baño como pudo.
—Jigyun, llama a la doctora.— Naum no sabía que le pasaba a su padre, nadie lo sabía, quizá Jimin pero no querían preguntar.
Hoseok volvió a la cama y minutos después llego la doctora, examinó al omega y sonrío con tristeza. —La emperatriz solo extraña a su alfa, está preocupado por lo que pueda pasarle. Es eso.
Los omegas sintieron ante eso y suspiraron pesado.
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Tres semanas después. Campo de batalla...
—¡Jungkook haz algo!.— Sun gritó desesperado mientras sostenía el cuerpo de su padre en el suelo.
Los soldados del otro reino atacaron con flechas envenenadas y una de ellas logró darle al emperador en el lado izquierdo de su pecho. Namjoon y los demás soldados empezaron a utilizar flechas con fuego acabando con la mayoría de los soldados atacantes.
MinMin y Jungkook se acercaron y la alfa miró a su tío. —Lo siento....— Arrancó con fuerza la flecha y Jungkook rápidamente se cortó el cabello para ponerlo sobre la herida de su padre.
—MinMin necesito algo para atarlo...— La alfa rápidamente rompió su traje y le pasó el retazo de tela.
Jungkook lo ató lo más fuerte posible y luego miró a su hermano. —¡No importa lo que pase aquí, no mires atrás!, ¡Vete al palacio y al llegar busca a Taehyung el sabe que hacer!....— Jungkook al ver que su hermano no reaccionaba gritó una vez más. —¡Ya!.
Sun tomó a su padre y con cuidado lo subió al caballo para luego subirse el y cabalgar rápidamente hacia el palacio.
—Toma... El... Camino prohibido.....— Habló apenas el emperador.
—No hables papá, por favor...— Las lágrimas hacían que Sun no vea el camino. —Bonito a casa, llévame a casa.
El caballo rápidamente dobló el dirección a un bosque mientras Sun le soltó las riendas y se sostuvo de las clinas mientras abrazaba a su padre.
El caballo sabía por dónde ir, y el camino que había tomando y a la velocidad que iba solamente les tomaría algunas horas llegar.
