6. Bruno te visita, y tienes un momento a solas con Hernando (Bruno x Lectora)

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Continuación del "Vas con Bruno al monte, y se olvidan de sus edades. O sea, la lectora con 18-20 y Bruno con 50 🙃.

En la anterior, la lectora se lo buscó, pero ahora será diferente 😏

Headcanon 10000% propio sacado de la nada: Cuando Bruno se emborracha, automáticamente se convierte en Hernando

ADVERTENCIAS: Diferencia de edad, blabla, consumo de alcohol, blabla.

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Luego de esa noche en el monte, Bruno había cumplido su promesa, y había seguido visitándote en el café de tu familia como si nada hubiera pasado. Desde afuera, la forma en que te trataba no había cambiado: Seguía hablándote y haciéndote compañía, tratándote con mucha calidez, y nunca olvidando darte un abrazo de despedida.

Sin embargo, algo era diferente: Antes, él no se alarmaba si sus manos se tocaban, o el abrazo se prolongaba más de lo normal. Ahora, el más mínimo roce de tu piel con la suya bastaba para hacerlo estremecerse, y alejarse de ti como si se hubiera quemado. Eso último era lo que más te dolía: Era como si lo que ocurrió en el monte hubiera sido sólo un pequeño lapsus para él, y tú no le atrajeras realmente, al menos ni la milésima parte de lo que él te atraía a ti.

Todo esto te hacía sentir demasiado joven. Demasiado joven para olvidar esa noche en el monte. Demasiado joven para mantener esa relación tal como era antes: Con todos tus deseos bien encerrados en tu mente, sin peligro de que se salieran de control.

Quisieras o no, ahora tocaba ser fuerte: Si Bruno podía controlarse perfectamente, evitando caer en tentaciones para no convertirlos en la vergüenza del pueblo, entonces tu también debías, aunque fuera difícil como detener la lluvia. 

Y eso había ido bastante bien. Hasta esta noche.

Félix y Agustín eran de tus clientes favoritos, por su sentido del humor y por lo respetuosos que siempre se comportaban, aún estando borrachos. Además, Félix siempre sabía cuando llevarse a Agustín antes de que se le pasara la mano con la bebida, o tuviera algún accidente. Esta vez, sin embargo, no sólo venían ellos dos, sino que traían a Bruno.

- ¡Veci! ¿Como ha estado el negocio?- Te preguntó Félix con su alegría habitual.

- Muy bien, Don Félix- Le sonreíste, entregándoles una copia del menú a cada uno- ¿Que los trae por aquí?

- Los esposos Madrigal queríamos pasar tiempo de calidad juntos- Explicó casualmente- Aunque Bruno está aquí de honor, porque no se casó

- Todavía- Lo corrigió Agustín.

- Es verdad. A cada santo le llega su día- Dijo el esposo de Pepa, y luego, hizo el gesto de susurrar para dirigirse a ti- Si le gusta la familia, aquí hay una oportunidad de entrar

Lo último te dejó como una estatua.

Evidentemente, sólo lo decía en broma, y, en cualquier otra situación, no le habrías prestado la menor atención, pero todo lo que ya había pasado entre tú y el tío de Mirabel se te vino de inmediato a la mente. Además, la broma de Félix parecía haberle causado el mismo efecto a Bruno, y ahora estaba con los ojos fijos en el techo, como suplicando ayuda de los cielos para interrumpir ese momento incómodo.

- ¡Que cosas dice! - Respondiste atropelladamente, con una risa incómoda- Mejor dígame si preferirían probar un vaso de la nueva cosecha

- ¡Claro que sí! ¿Estamos de acuerdo?- Respondió Félix, consultándole a Agustín y a Bruno.

Los otros Madrigal asintieron, y tú suspiraste de alivio ante la posibilidad de alejarte y bajar un poco tus revoluciones. Desde que les trajiste su primera ronda, todo pareció estar tranquilo, y la llegada de más clientes te mantuvo distraída.

Encanto y Tú [Personaje x Lectora]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora