(NARRA TOMÁS RIVERA)
- Cambio de planes. -Anunció mi ex cuando Nina estaba lista para empezar a torturar a su primera víctima.
Pude ver el alivio en los ojos de mi vástaga, era evidente que aquello no iba con ella. Cuando trajeron a los compañeros de mi niña está se tensó, aquella mujer con la que estuve tenía algo malvado en mente.
- Bien... Vamos a ir a otro sitio. Uno algo más grande que este. -Nos hizo saber Pétrova- Allí jugaremos al ratón y al gato. Nosotros trataremos de acabar con vosotros, y... Bueno, os tendréis que defender como podáis.
- ¿Cuál es ese lugar? -Quiso saber Pedro.
- Ese lugar, querido, no es otro que una mansión abandonada. -Informó con desprecio en sus palabras.
Dicho esto sus aliados, que eran más de 30, procedieron a sumirnos en un profundo sueño con un potente anestésico inventado por la justiciera cuyo efecto duraba horas.
Al despertar, estábamos en otro lugar igual de aislado que el anterior. Me entraron ganas de vomitar de lo descuidado que estaba, el suelo se encontraba cubierto por una capa de polvo y moho, las paredes ennegrecidas con manchas de humedad y del techo colgaban múltiples telarañas.
Nuria procedió con las presentaciones y, tras decir que escapar no era posible dado el número de sicarios en el lugar y darnos armas a cada uno para defendernos comunicando que teníamos una hora para organizarnos, se fue.
Fijé mi vista en los allí presentes, varios de ellos acusaban a la mujer a la que más apreciaba en este mundo de ser la criminal que tantas vidas había segado.
- Dejad de actuar como críos recién nacidos, ahora no es el momento. -Les regañó Raquel, una joven morena de ojos castaños de rostro angelical algo entrada en carnes de 24 años.
- Estoy con Raquel. -La apoyé mirándola con una dulce sonrisa dibujada en el rostro, aquel no era el momento de discutir.- Y... Aparte de que no es el momento, apenas la conocéis. Yo, que sí lo hago, estoy seguro de que ella NO es la asesina de esa condenada página web.
- Yo por lo que pueda ser prefiero ir por otro lado. No me siento seguro cerca de ella, lo siento por usted pero... Es más que probable que sea ella. Todos los muertos tenían trato con su pequeña, como usted la llama. No me quiero arriesgar a que ella me liquide. -Respondió Andrés, uno de los mejores amigos de mi yerno.
- Eres libre de hacer lo que quieras. -Contesté con los ojos clavados en los suyos.- En fin... Los que quieran venir con nosotros que lo digan.
Diez de ellos se nos unieron, entre estos Fernández, el cual, al igual que yo, estaba convencido de que su pareja era inocente de lo que se la acusaba.
Nos escondimos en uno de los insalubres aseos, rezando para que no nos dieran muerte.
- Esto es peor que una película de terror, vamos a morir todos. -Murmuró la mejor amiga de mi descendiente en la facultad.
- Aquí nadie va a morir. Saldremos de esta. -Susurré vigilando la entrada del baño.
Al rato alguien me golpeó con una piedra dejándome inconsciente.
(NARRA NINA)
Aquel hombre me llevó junto a la señora que me había dado la vida, pero no para acabar conmigo. Quería que fuera yo quien eliminara a mis compañeros.
- Al único al que quiero que no toques es a tu padre, quiero tratar de recuperarlo como amante. -Aclaró con total frialdad.
Asentí aterrada, yo no... Eran inocentes, pero no había modo de negarse, si me oponía acabaríamos muertos ellos y yo.
- Espero que no me decepciones, confío en ti. -Añadió arqueando una ceja.- Y ahora vete, haz lo que mejor sabes hacer. Los juguetitos los tienes en el despacho que hay junto a los baños de la tercera planta, será tu lugar de trabajo.
Me fui sin decir una palabra más tras asentir con la cabeza y despedirme con un nos vemos luego, aquello iba a ser duro.
Varios de los criminales que ayudaban a mi antecesora me acompañaron. Me detuve al poco, esperaba poder convencer a aquellos hombres de que los dejaran ir. Estos se negaron, y todos menos uno que se quedó conmigo fueron a buscar a las personas a las que debía torturar hasta la muerte.
(NARRA TOMÁS RIVERA)
Aquello era horrible, debía hacer algo. No podía permitir que tantas vidas jóvenes se echaran a perder, la de mi hija entre ellas. Aprovecharía algún descuido de los que vigilaban el lugar en el que me tenían encerrado y escaparía, no abandonaría a Nina a su suerte. Sería fácil ya que no me habían atado. Y aparte era agente secreto.
Tras lograr escabullirme robando un lanzallamas a umo mis captores fui en busca de todos, en uno de los salones escuché a mi sucesora hablar con uno de los aliados de mi antiguo amor. Decía que era la salvadora de la humanidad, alguien que solo liquidaba a los malvados, incluso de faltas leves como ser infiel o robar una golosina en una tienda. Confesó ser la autora de todos los crímenes menos del de Alejandra.
Esto hizo que todo mi mundo se derrumbara, jamás habría imaginado que fuera capaz de tales atrocidades. Acabar con un ser humano por hurtar un dulce o ser infiel... ¡Qué barbaridad!
Pensando en ello estaba cuando una mano se posó en mi hombro. Me giré temiendo que fuera alguno de los psicópatas de Nuria, por suerte no era ninguno de ellos sino los que habían decidido ir separados de nuestro grupo, los que quedaban vivos claro está. Entre todos logramos reducir a ambos.
Saqué mi nueva arma, nos ayudaría a enfrentar al resto.
Al poco se sumaron los que se unieron a mi equipo.
Una vez acabamos con ellos abandonamos el lugar los que habíamos sobrevivido, Pedro entre ellos a pesar de tener una sola pierna, el artefacto robado fue de gran utilidad. Por desgracia mi retoña logró escapar, esperaba que diéramos con ella antes de que aniquilara a nadie más.
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ENAMORADO DE UNA PSICÓPATA
РазноеHistoria de amor entre Pedro y Nina Rivera, joven multimillonaria que, tras años de malos tratos, decide eliminar de la faz de la tierra a aquellos que cree que no merecen vivir.