Respira - Ivana
El almuerzo estuvo tranquilo solo fuimos mamá y yo, ya que mi papá tenía mucha gente en la pastelería y sus trabajadores lo necesitaban.
— ¿Qué tal está el vestido?¿le gusto a Sylvia? — pregunta mi madre con sus grandes ojos marrones me observaban, con esa mirada dulce de siempre. Desde que recuerdo esa sonrisa me ha hecho creer que todo iba a estar bien, no importaba cuán difícil sea la situación su sonrisa me da paz, era mi lugar seguro. Ella es abogada, trabaja en un hospital de niños.
— Pues solo le faltan los últimos detalles como cortar algunos hilos para que esté acabado y a Silvia le encanto — digo ayudándole a lavar los platos y vasos que usamos — me pidió que la acompañe al concurso y pues te quería pedir permiso para ir
Deja un plato en la secadora y me mira entrecerrando los ojos como si estuviera analizando la situación
— Es algo lejos ¿verdad? — asiento y sigue lavando — le diré a Sara para que te acompañe ya que está por ahí y cualquier cosa te quedas a dormir en su departamento ¿está bien?
— ya se lo pedí pero me dice que esta en exámenes de la universidad y no puede llevarme, por eso te lo decía para ver si tu o papá me pueden llevar y ya Silvia y sus padres me traen — le pongo mi cara más tierna que puedo hago puchero para ser más dramática — ¿me dejas ir?
Se ríe de mi cara y me mira divertida terminando de ordenar la cocina, mientras yo espero su respuesta. Ellos me dejan salir pero a lugares que conocen y con personas de su confianza pero cuando son lugares lejanos a veces me dejan ir
— hagamos esto — apoya su cadera en el mueble de la cocina — yo no podré llevarte ya que tengo que atender un caso con uno de los doctores, así que o te lleva tu hermano o los padres de Silvia y si ellos te llevan yo te recojo ¿está bien?
La abrazo fuerte y le sonrío, asiento y le digo gracias. Subo a mi habitación y le escribo a Silvia y me dice que sus padres me pueden recoger encantados
¿Cómo se debe ir a esos lugares? ..... No sé, pero se lo podemos preguntar a Silvia
Cuando estoy viendo que puedo ponerme mi teléfono vibra y veo que es un mensaje de Mabel, el estómago se encoge y los nervios comienzan aparecer. Cuando lo abro veo que son dos mensajes y una foto.
La foto es ella con los ojos rojos igual que su nariz, ha estado llorando y el corazón se me encoge
*puedes venir al entrenamiento, te necesito :
*necesito a mi amiga ahora
Le digo a mi mamá que donde Mabel y sin pensarlo me deja ir.
***
A veces hubiera querido aprender a montar bicicleta de pequeña me hubiera facilitado muchas cosas de grande, como ir a la escuela o en estos momentos ahorrarme el ir corriendo hasta el campo donde entrena Mabel.
Cuando estoy a unas cuantas calles del lugar disminuyó el ritmo antes de que mi corazón explote, necesito hacer ejercicios. Llegó al lugar y la empezó a buscar. Veo una cabellera entre rubia y castaña teñida que identifico como a Mabel, me acerco corriendo a ella y cuando me ve se acerca a mi
— ¿Qué pasó? — le pregunto al instante que la alcanzó — ¿estás bien?
Solo me abraza y comienza a llorar. Nuestra relación como amigas no puede ser la mejor pero eso no significa que no estaré para ella cuando me necesite, como ahora.
Después de unos minutos en los que ellas llora se empieza a calmar y a explicar que paso. Su madre. Esa señora no es la mejor madre del mundo y el porqué es simple prefiere a sus otros hijos antes que a Mabel, ella tiene 4 hermanos menores, tres por su madre y una niña por su padre.
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Quédate (Otra Vez)
Teen FictionLa vida de Eleonora siempre ha sido muy entretenida, conociendo a personas nuevas y de muchos lugares cada día gracias al trabajo de sus padres que tienen una de las pastelerías más deliciosas y conocidas de la ciudad. Su día a día era ver el ir y v...