Capítulo 6

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Voy mirando por la ventanilla como una boba, hemos dejado buen terreno del pueblo atrás, y hemos pasado por enormes haciendas amuralladas. Todo es tan bonito, la mayoría están sembradas de trigo y se ve todo el campo de color dorado. Este lugar me encanta, después de todo lo que vi me sigue pareciendo irreal. Es difícil creer que en este mundo, haiga un lugar como este, parece tan puro y limpio. Como con una especie de inocencia que lo cubre con una manta.

Louis vira a la derecha, entramos en un camino que no ve sé, a menos que sepas donde es, solo está allí. Seguimos por el camino oculto entre la espesa maleza, pasan al menos cinco minutos. Y lo que veo me dejas con la boca abierta. Es precioso y aunque esta maltratado y un poco desvencijado, tiene un encanto casi mágico. Louis aparca en la entrada, los chicos y yo nos bajamos, nos quedamos mirando todos juntos.

-Bueno.-Suspiro- Es mejor de lo que dijeron.

-Es mucho mejor de lo que te dijimos.-Exclama Cassian.

-Tendré que coincidir con este imbécil-dice Lucas mientras señala a Cassian. Yo miro a Olivia y nos reímos juntas. Chicos.

-Venga, vamos a ver, desde adentro.-Dice Louis y empieza a caminar. Todos vamos detrás de él, yo por mi parte me dedico a mirar a todos lados, en rededor hay muchas estatuas va a lo largo del jardín frontal. Se ven intactas, pintadas de un color blanquecino, alcanzo a ver un león, un lince, un elefante, un lagarto, un rinoceronte, un tigre, una pantera, un puma, un águila y un arce. Mi mirada se queda fija en un destello de color y me doy cuenta de que las estatuas tienes algo que es de color azul.

-Oigan, que es eso de color azul que tienen las estatuas?

-Son zafiros -exclama Olivia. Frunzo el ceño y me dispongo a preguntar sobre semejante disparate, ella levanta una mano y agrega- Antes de que preguntes, si, son zafiros reales, son zafiros de cachemira, difíciles de encontrar, por lo tanto valen una fortuna.

-Increíble- Exclamo- ¿y cómo es que todavía siguen aquí?

-No lo sabemos. Bueno, sí. Pero han intentado muchas veces quitarlos de ahí, pero no se puede. Incluso han intentado derrumbar las estatuas, pero no le hace ni mella, ni siquiera se raspa la pintura.

-Vaya...

-Sí, vaya.- Coincidió Alexa.

-Lo más interesante, es que las estatuas hacen un pequeño semicírculo en torno a un dragón.-Suelta Lucas. Un dragón eso tengo que verlo, me encamino hacia allá. Y si, efectivamente hay una estatua de un dragón. Se enrosca como una maraña entre sí mismo, es más alto que el resto, tiene una expresión solemne en el rosto mientras mira con esos ojos de zafiro al resto de las estatuas. Parece como si los gobernara y ahora que me doy cuenta las demás estatuas tienen una rodilla inclinada como si él fuera su rey. A lo lejos escucho que me llaman y me dirijo hacia allá. Vaya estatuas más raras, pienso.

Los chicos me esperan en la ostentosa puerta, esta es de color marfil con tonos dorados y creo que es de madera, y se abre a la mitad, está decorada con el mismo modelo del dragón de la estatua. Solo que esta vez se puede apreciar el color. Es de un rojo impresionante, veo las escamas por separado, algunas son rojas claro otras rojo oscuro, rojo medio pero juntas crean un bello color. El dragón sigue en enmarañado como en la estatua pero esta vez mira fijamente con enormes zafiros en sus ojos. Vaya, debieron tener mucho dinero los de este club.

-Bueno, aquí vamos-Exclama Olivia. Y abre las puertas. Un ¡Oh! Se escapa de mi boca. Es impresionante. No hay otra palabra. Entramos en lo debería ser el salón principal aún quedan algunos muebles y son preciosos. A lo lejos veo una enorme barra. La única luz que hay es la del sol, que entra a raudales por las ventanas del techo. ¿Del techo? Oh del otro lado de esta estancia no hay techo.

Aisha y el secreto del bosqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora