Capítulo 3

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Estaba acostada en mi cama mirando el techo. Mis padres me dejaron hace horas en la casa. Simplemente me dijeron que los esperara y cancelara todos mis planes con mis amigos, que volverían por la noche. Así que aquí estoy esperando a ver qué será de mí, yo nuca había estado en esta posición.

Me perdí el viaje a la cabaña. Les dije a los chicos lo de mi expulsión. No estuvieron contentos con eso y dijeron que iban a cancelar el viaje, pero yo sabía lo mucho que habíamos planeado este viaje. Era de los últimos viajes que íbamos a tener de manera seguida, todos estábamos en nuestro último año, los gemelos habían sido aceptados en una universidad muy renumerada y se iban a ir a estudiar allá. Emily y yo aún no sabíamos que vamos a hacer pero sin los chicos aquí ya no habrá viajes a la cabaña. Solo en vacaciones.

Así que ellos están allá, y yo sigo esperando a mis padres.

Oigo ruidos abajo. Ups, mis padres llegaron. Salgo, bajo y me quedo al pie de las escaleras, mama está en la cocina y mi padre está sentado en la sala. Veo que está bebiendo licor, las cosas no se ven muy bonitas.

-La mesa está servida, venga comer.- escucho que dice mi madre desde la cocina. Veo como papa se levanta y se dirige a la cocina.

Me acerco a la cocina, veo que han traído pizza. Me siento en mi silla, tomo un trozo de pizza y lo coloco en mi plato.

-Mama... - empiezo diciendo.

-Ahora no Aisha. Tu padre y yo debemos hablar contigo. Pero primero comeremos.-Dice rotundamente. Yo me siento a comer mi comida en silencio. Nadie habla en esta mesa. Termino mi comida, me levanto y recojo mi plato. Lo llevo hasta la cocina, regreso a la mesa y me siento de nuevo. Solo me queda esperar a que ellos hablen.

-Tu padre y yo hemos hablado respecto a lo que paso.- Empieza diciendo mi madre.- no te vamos a castigar por lo que hiciste. De alguna manera vemos que estabas tratando de defenderte de esa niña. Supongo que no hiciste nada al principio debido a que su padre es policía.- ella me mira y yo asiento.

-Tu madre y yo hemos tomado una decisión, sin embargo. Que estamos seguros no te va a gustar. Pero lo haremos de todas maneras.- mi padre me mira, él tiene toda mi atención en este momento.- Nos mudaremos de esta ciudad.- Dice y no lo puedo creer.

-¿Qué? Pero ustedes no pueden hacer eso.

-Si podemos, Aisha. Y lo haremos. Me han ofrecido un empleo muy bien pagado, y creo que todos necesitamos un cambio de ambiente. ¿Te acuerdas de la casa que me dejo mi abuelo?- asiento. Él había mencionado la casa que había heredado hace un par de meses en un pueblo en medio de la nada. Un pueblo llamado Linders. Era tan poco importante que ni siquiera a parecía en el mapa- Bueno, mi nuevo trabajo será allí. Y viviremos allí.

***

Mierda. Estaba en mi habitación empacando mis cosas. Mañana era sábado, tenía que tener mis cosas listas para irnos a medio día. Según mi padre, necesitaríamos todo el domingo para instalarnos. Lo peor, empezaría la escuela el lunes. Aun no lo puedo creer. Estoy casi segura de que mis padres no hubieran tomado esta decisión sino hubiera sido por mi culpa.

Termino de empacar mi ropa. Debo empacar todas mis cosas, hasta la ropa de cama. Dado que solo dejaremos los inmuebles. Mi padre dijo que en la casa tendríamos todo lo que necesitaremos. Eso lo dudo. Sea lo que sea que hay en esa casa debe ser del siglo pasado. Además, nunca había conocido a este abuelo, nunca vi ni una sola foto de él, solo oí hablar de él un par de veces.

Lleno otra maleta con todas mis pertenencias. Hace un rato me llego una caja, bien sellada. Según lo que leí, son todas las cosas que tenía en mi casillero. Joder. Hasta han mandado a alguien para recoger mis cosas. Eso demuestra lo poco que me quieren en ese colegio.

Aisha y el secreto del bosqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora