Mi Escape De La Realidad

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Perspectiva de JungKook

Me encuentro nuevamente en el mismo lugar después de varios meses, mamá jamás dejo que tuviera amigos porque decía que con mis hermanos era suficiente. Venir de una familia de gente adinerada muchas veces era un calvario, ser perfecto definitivamente no lo era y ellos me exigían aún más, al enterarme que padecía depresión mí mundo se vino abajo, sentía la presión en mí pecho y los regaños de mamá solo aumentaron, comencé a aislarme, mamá nunca estuvo conmigo en mis citas al psicólogo ya que le parecía estúpido ir a uno y pensaba que su hijo era "normal". Crecí con más preocupaciones de las que un niño de 12 puede afrontar, mí madre me ha anotado en cada taller que ha visto, desde boxeo, natación, clases de actuación, entre otras.

El tiempo se me iba de las manos, siempre pensé que la adolescencia sería una etapa divertida, llena de salidas y alcohol pero no fue así, las burlas constantes de mis compañeros o compañeras solo porque temblaba cuando uno de ellos se acercaba, me he cambiado de escuela cuatro veces en un año, tuve que hacerlo yo ya que mamá jamás me acompañaría.

Estoy nuevamente pintando en la azotea del departamento que comparto con mis padres y hermanos, mire hacia abajo y sentí una brisa golpear mis mejillas, dejé mis cosas en el suelo, me levanté para luego pararme y subirme al barandal del departamento, sonreí con tristeza y cerré mis ojos suavemente sintiendome tranquilo, de repente comenzó a llover con suavidad.

—¿Cuántas veces he soñado con hacer esto?

Susurré suavemente y juro que me hubiera tirado si no fuera porque alguien me tomo del brazo y me tiró hacia atrás, haciendo que cayera sobre esa persona, abrí los ojos encontrándome con los ojos de otro chico con cabello rosa.

—¡¿Estás demente?!

Gritó haciendo que volviera a la realidad y me apartará rápidamente de él tomando mis cosas, me levanté.

—¿Estás bien? ¿Por qué hiciste algo como eso?

Me dijo y se levantó, mis mejillas se tornaron carmesí y no pude evitar llorar, por primera vez alguien me preguntaba cómo estaba, dios, que estúpido... Estoy llorando frente a un desconocido, me sorprendí cuando sentí sus brazos al rededor de mí, me quedé quieto mientras cerraba mis ojos sin dejar de llorar.

—Tranquilo, todo estará bien...

Me dijo y reí de forma irónica.

—¿Cuando va a cambiar?