❝る❞

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— Entonces

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— Entonces... ¿Jake entró a un curso de japonés sólo para decirte que te ama? — preguntó incrédulo Heeseung sosteniendo su taza de café en su mano izquierda mientras alzaba una ceja en dirección al menor.

— Exactamente mi estimado.

— Ahí es Hoon, cásate. — dijo simple tomando un largo sorbo a su bebida.

— Primero que nada debería terminar mi carrera, ¿No crees? Señorito "Me Voy A Vivir Con Mi Novio Y Me Olvidó De Todo".

— Hanbin lo vale.

— Lee, conocías a Hanbin hace tres meses en ese entonces.

— ¡Y ahora esos tres meses son cuatro años! Tienes que aprender a ver a futuro positivamente.

— ¡Eso fue estúpido!

— ¡Bueno! ¿¡Entonces qué te dió de regalo de navidad!? — intentó cambiar de tema el mayor tomando de nueva cuenta su café.

— Este anillo. — dijo calmado y con una sonrisa mostrando su pálida mano con el anillo de plata en su dedo anular, como si fuera un bonito anillo de bodas.

— Quiero ser el padrino.

— ¡¡Lee Heeseung!!

Dentro de una pelea ridícula de manotazos y risas sin parar, un chico moreno y de sonrisa peculiar llegó de la nada abrazando por lo hombros al muchacho de piel pálida y lunares bonitos.

— ¡Jakey! — exclamó Sunghoon dándose la vuelta para regalarle un casto beso en los labios a su novio con la cara de asco de Heeseung de fondo.

— Hola Hoonie~~ ¿Qué haces aquí? — preguntó mirando detenidamente a los luceros en los orbes de Park.

— Vine a tomar un café con Heeseung Hyung.

— ¿Heeseung... Hyung...? — volteó hacia enfrente encontrando una cara molesta y sarcástica mirándolo. — ¡Perdón! Hyung, ¡Wassup!

— Me generas diabetes.

— Te puedo traer a Hanbin si quieres.

— ¿Qué están diciendo de mí? — un chico un poco bajito, de cara tierna y voz hermosa llegó con dos bolsas de compras en cada antebrazo.

— Perdón, olvidé decir que venía con tu chikistriskis. — dijo Jake refiriéndose al coreano mayor.

— ¡Hanbiiiiiiiiiiiiin! — gritó Heeseung levantándose de su asiento para abrazar a su novio.

— Pero se queja de nosotros...

Terminaron caminando por todo el centro comercial comprando dulces y tratando de evitar que Hanbin se pusiera de comprador compulsivo a entrar a todas partes.

¡MY LADYYYYYYYYYYYYY! — gritó Heeseung una vez entraron a un karaoke bastante económico que habían encontrado en el centro comercial. Ring Ding Dong de SHINee se reproducía a todo volumen mientras Lee seguía la letra con su encantadora voz.

— ¡Ring Ding Dong ring Ding Dong, Diggy Diggy Diggy ding ding dong ring Ding Dong...! — y ahí tenías a Hanbin el buen marido apoyando con su también muy linda voz haciendo los coros mientras Sunghoon y Jake se reían de sus extrañas expresiones.

¡Don't be silly girl, you're my miracle! — Jake se unió a ambos chicos tomando una de las más icónicas líneas de Kim Jonghyun.

Al final terminarían afónicos por gritar aquellas icónicas líneas de canciones.

—¡¡¡...NAEGA JEIL JAL HAGA!!! — exclamó Sunghoon al escuchar como una de las más indelebles canciones de todo el k-pop se reproducía a todo volumen en aquella casilla.

— ¡Baam! Bam ba Ra ta ta ta, ta ta ta ta baam, bam ba Ra ta ta ta ta ta ta ta baam bam ba Ra ta ta ta ta ta ta ta ta baam bam ba Ra ta ta ta ra ta ta ta... ¡Oh my God! — le siguieron el juego los otros tres en coro.

Sunghoon interpretaba a la bonita CL, Jake a Park Bom con todo el entusiasmo, Hanbin a Dara con la actitud suficiente para sentir que tenían a la idol enfrente y Heeseung a Minzy de manera increíblemente detallada.

— NAEGA JEIL JAL HAGA, JEIL JEIL JEIL JAL HAGA. — terminaron todos al mismo tiempo con un suave susurro de Hanbin diciendo "¡Oh my God!".

Ahora unos afónicos pero felices Jake y Sunghoon tomaban un té tumbados en el sofá viendo las películas navideñas que transmitían en televisión por la época, acurrucados contra el cuerpo del otro y sonriendo de vez en cuando al ver las cómicas escenas de Mi Pobre Angelito.

— Hoon~~

— Dime.

— ¿Cómo te diste cuenta de lo que sentías por mí? — preguntó curioso el australiano pegándose más al cuerpo calientito de su novio. Este sonrió dejando ver sus bonitos colmillos y dejó un casto beso en la mejilla de su chico.

— Cuando te pones a buscar en internet a la 1:00 de la mañana cosas que te viene diciendo tu Roomie desde hace meses tienes mucho tiempo para darle vueltas a lo que sientes.

— ¿Y qué es eso que sientes?

— Que eres mi única fogata entre este infinito invierno que es la vida. Mi chico bilingüe.

— Políglota. — le reclamó poniendo uno de sus deditos sobre la punta de la nariz de Sunghoon, frunciendo el entrecejo y besando el bonito lunar de su nariz.

Aishiteru Jake.

Aishiteru Sunghoon.

Eran la fogata del otro, el único fuego que podía abrasar en la penumbra del gélido mundo que los acogía.

Estoy lleno de problemas, enfermo de amor. No tenía un lugar al que ir, estaba bien para morir; soy un perdedor en este juego.

— Sólo hay una regla en este mundo: sálvame, dame tus manos; úsame como una droga.

»Sé que te amo.

Ambos susurraron al mismo tiempo la última frase de la versión en japonés de aquella icónica y famosa canción de TXT.

Un amor de invierno era todo un cliché, más sin embargo no podrían estar más felices de estarlo viviendo.

FIN.

¿Quieren epiologo o lo dejamos así?

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¿Quieren epiologo o lo dejamos así?

愛してる ~ 𝘼𝙄𝙎𝙃𝙄𝙏𝙀𝙍𝙐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora