𝙅𝘼𝙆𝙀𝙃𝙊𝙊𝙉
- ¿Cómo vas con tus clases de japonés?
- No he aprendido nada.
- ¿Ni una sola palabra?
-...Pude que tal vez alguna.
- ¡Dímela ya Jake!
- Querido príncipe de hielo... aishiteru.
- Ojalá pudiera entender lo que dices.
Donde Sungh...
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— Jaeyoon, a veces de verdad no entiendo cómo acepté ser tu novio. _ soltó exasperado el coreano al ver a su novio con tales fachas.
— ¡Vamos Hoon! — lo animaba el australiano con su cara de estúpido zoquete y el aliento apestando a alcohol. — Es porque me ¡Hip! Amas... — dijo entre hipidos.
— Te amo, pero sabes que odio que te embriagues. — lo reprendió usando un tono lastimero y enojado.
— Solo fue una botella...
— Sí, una botella de Whisky tú sólo.
— ¡Hooooooon!
— Hoon nada, vámonos a casa. — sentenció jalando del brazo a su novio fuera de aquella fiesta.
Sabía de antemano que no iba a ser solo una "reunión amigable y tranquila" en casa de Hyunjin cuando su pareja le comunicó que el chico de cabellos largos había terminado con Lee Felix, más sin embargo lo dejó ir porque sabía que Jake quería estar ahí para tratar de animar a su mejor amigo en tal complicada situación amorosa.
Debió advertirle que si llegaba con una sola gota de alcohol en la sangre lo echaría a patadas de su casa.
Odiaba a la gente ebria. ¿Qué necesidad había de rebajarse al punto de convertirse en alguien irreconocible que no es ni el uno porciento de lo que eres sobrio con tal de tener unas escasas horas de placer y diversión? Era estúpido.
Pero era aún más estúpido embriagarse por desamor.
Y era incluso más estúpido embriagarse por desamor siendo que jamás has tenido un desamor.
A veces Jaeyoon era un poco estúpido.
Sunghoon lo jaló del cuello de la camiseta hasta el apartamento, estaba fúrico más no tenía humor como para pelear. Se sentó en el sofá viendo a Jaeyoon acercarse apenado; el alcohol se le estaba bajando del cerebro y empezaba procesar lo que había hecho. No le gustaba que su novio se molestara con él por sus estupideces, y realmente Park era muy paciente.
— Hoonie... — dijo en voz baja dirigiéndose hacia el sofá y sentándose a su lado.
— No quiero hablar contigo ahora Jaeyoon, ve a dormir.
— Sunghoon...
— ¿No me has escuchado? No quiero hablar. — repitió un poco más molesto.
— Pero Sunghoon...
— ¡Solo lárgate de mi vista! Odio a la gente cuando está ebria, odio el olor del alcohol, odio todo lo relacionado con eso. ¡Mierda, Jaeyoon, solo lárgate antes de que me vaya de la casa! — exclamó el pálido tomándose los cabellos con fuerza y dejando fluir saladas lágrimas hacia sus labios rositas y delgados. Jake se alarmó, tomó de las muñecas a su novio y lo hizo mirarle. Pudo notar miedo en los ojos de Sunghoon.
