Estaba frente a la persona de los mensajes, Cesar, me gustaba su nombre, me di cuenta que me sentía atraída por el, pero me duele en el corazón lo que Stephen me ha hecho.
-Y bien, Vanessa, ¿Algo que decirme?- Dijo Cesar, un poco nervioso.
-Tú me enviaste los mensajes, tú has estado allí, ademas tú me hablaste el primer día que llegue a la oficina ¿no es así?- Dije alzando la ceja.
-Si, no voy a mentir- Dijo sonrojado. Se miraba feliz.
-¿Y por qué no dijiste nada?- Dije algo extrañada, en ese momento nos pusieron el pedido en la mesa y al intentar tomar el azúcar de la mesa choque con su mano, su robusta mano, sentí como electricidad fluía y pude notar que el así también lo sintió.
-Mira Vanessa, Debo confesarte que desde ese día que te vi me llamaste la atención.- Dijo nerviosamente -Tú eres linda, inteligente, y me robas el aliento.-Dijo tomando su tartaleta. -No somos niños para ocultar lo que sentimos- Dijo viéndome y esperando mi reacción.
-Así que es mutuo- Dije antes de tomar mi café. Solo espero que no sepa lo de Stephen.
-Pero hay un pequeño problema- Dijo seriamente y allí fue cuando caí en cuenta que el ya sabía más de algo.
-Tu corazón ya le pertenece a alguien- Dijo mientras se quedaba esperando mi respuesta.
-Creo que es tiempo que lo sepas- Dije tomando un poco de agua. -El día que me ausente a la oficina por mi supuesto accidente en mi casa no fue así- Tomé un poco más de agua vi hacia la ventana y me perdí por unos minutos, confesar lo de Stephen no era fácil.
Pude notar al volver a verlo que le incomodaba un poco, tome valor y proseguí.
-Tenia a alguien en mi vida, cuando comencé a trabajar con Roland, el era mi novio desde hacía 6 meses, pero se volvió tóxico posesivo y abusador.- Dije viendo una marca que me había quedado en la mano. -El día de las amenazas, al llegar a casa quede profundamente dormida, pero unos golpes me despertaron, asumo que vio cuando me llevaste a casa y quien sabe si Stephen imagino que estaba contigo de manera íntima- Dije intentando no llorar, de alguna manera había superado eso pero no me gustaba hablar.
-Continua- Dijo Cesar pero más sombrío, sabía que eso no le había gustado.
-El me golpeó, me dijo cosas horribles- Dije conteniendo las lágrimas lo más que podía, ahora que lo pienso, si me dolía pensar en lo que había hecho- Poco a poco fui recuperándome y pude sanar mi corazón, estaba vacante por si te interesa- Dije intentando bromear.
-¿Por qué me mentiste?- Dijo seriamente, esto se me estaba saliendo de control.
-No quería que hubieran problemas, no quería que supieran esa faceta de mi, siempre han pedido que sea la persona perfecta, entonces no sabía cómo reaccionarían, ademas era algo personal.- Dije tomando agua, sentía mi garganta seca como un desierto.
-Sigue, por favor- La verdad es que lo veo muy molesto, se que fue algo que él me preguntó y no quise ser 100% honesta con él, me atormentaba dar explicaciones.
-Bueno, no quise hacer mayor escandalo, además, él desapareció de mi vida, no he vuelto a saber de Stephen desde hace casi 1 mes.-Dije tomando más agua, wow, no podía creer lo bien que se sentía poder decirle esto a alguien que no fuera mi má.
-¿Me permites decirte algo?- Dijo Cesar algo molesto, sabía que lo que diría lo haría sin ningún pelo en la lengua.
-Adelante- Y espere lo peor.
-Te seré sincera guapa, me enoja que me hayas mentido, yo sabia que algo no estaba bien, pero confie en ti, hay cosas que no deben ocultarse, me preocupa tu seguridad, de hecho, yo ya no considero cuidarte como un trabajo, si no como una realidad.-Dijo un poco aliviado.-La verdad es que quiero conocerte más, quiero saber má de ti, claro! ¿Si me lo permites?-Dijo suplicando una respuesta.
-Claro, ¿Un día a la vez no?-Dije divertidamente, la verdad es que esto me parecia sureal.
Terminamos nuestro desayuno y el Licenciado solicitó que llegaramos en un par de horas, aproveche para poder comprar unas cosas como papeles, cosas que hacian falta para la oficina, así que el tiempo se nos paso.
Al llegar a la oficina, Cesar parqueo el carro, estaba comenzando a llover, deje mi paraguas en la oficina, y al darse cuenta, él corrió para ver si estaba bien y no me habia salpicado agua. Al llegar a mi lado, me puso bajo su paraguas, lo que hizo que quedaramos muy juntos, el ambiente ue creabamos no era tenso, era extraño, no es cuando te dan mil mariposas, él me daba paz.
Me vio por unos segundos, suplicando algo en su mirada. Acerco su rostro al mio, y quede embriagada con su olor, e hizo algo que deseaba desde hace mucho, me beso, fue un beso tierno, un beso lleno de dulzura, un beso que me hizo suspirar, el se detuvo, me sonrió y continuamos caminando.
Definitivamente, esto no sería un día a la vez.
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The Bodyguard
RomansaCuando Vanessa empezó a trabajar para aquel abogado jamás imagino el dolor de cabeza que tendría un nombre C e s a r, 5 letras, un amor prohibido y pasión, un amor prohibido, amor, pasión, y engaños que levaran a sus protagonistas al borde del colpa...