Capítulo 8. Caligrafía

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POV Calle

Las citas con Laura Villa cada vez salían mejor, ella me parecía la persona más interesante que conocía.

Me parecía muy dedicada a su trabajo, pero en determinadas ocasiones no podía negar los celos que me daban cuando hablaba de su jefa.

Incluso podía parecer que le gustaba, pero no podía asegurarlo, solo eran locas suposiciones mías.

El día de hoy había salido más temprano de trabajar; papá tenía una reunión sumamente importante en la que yo había sido requerida, una cena donde no quería estar en lo absoluto. Me sentía cansada física y mentalmente por el trabajo excesivo que tuvimos esta semana y no quería todavía llegar a mi casa para seguir hablando de negocios, lo único que me reconfortaba un poco era que Juliana hoy trabajaba hasta tarde y no iba a estar presente para joderme la existencia.

─Buen día familia, ¿Listos para la reunión?─escuché llegar de sorpresa emocionada a mi hermana. Giré mi cuerpo sobre mi propio eje interrumpiendo mi sesión de fotos frente al espejo gigante de la sala.

─¿Qué haces aquí?─pregunté entrecerrando los ojos. Apareció mi padre comiéndose una tostada que había robado de la cocina, se acercó a su hija, la abrazó y besó su frente en forma de saludo emocionado.

─Papá me avisó de la reunión con "Constructoras G.G" y no podía faltar hermanita.─respondió burlona aún abrazando a mi papá. Rodeé los ojos fastidiada por alterar mi paz, pero no pude hacer nada más y quejarme con mi padre por haberle avisado no era una opción.

Ese acto de "amor" incluso insignificante y ridículo era lo que le faltaba a Germán darme a mi, yo no entendía como era que el me despreciaba a veces tanto, solo parecía importarle mi habilidad y mi capacidad de la administración en la empresa.

Nos dirigimos los tres a la reunión en un restaurante a media hora de nuestra casa, los Garzón llegaron y fueron recibidos principalmente por mi padre quien fue el primero en levantarse, saludó a Juan Carlos Garzón como si fuese su amigo de toda la vida, seguido por saludar a la hija pequeña del empresario. Hice lo mismo saludando a ambos y cuando estaba terminando de saludar a Valentina la pequeña, Juliana mi hermana se levantó analizando a la pequeña chica.

─Mucho gusto señor Garzón.─Juliana estrechó su mano con el mayor.─Y un gusto saludarla señorita...Valentina.─siguió saludando a la castaña que parecía más tímida de lo que creía. Juliana le regaló una mirada que no despegó de ella hasta que yo misma golpeé ligeramente a mi hermana haciéndola reaccionar.

─¿Qué te pasa?─pregunté en un susurro esperando que no nos escucharan. Papá junto con su cliente y su hija siguieron platicando emocionados, parecían no ponernos atención.

─Yo conozco a esa chica.─respondió mi hermana mayor.─El otro día la atendí en el hospital y tuve una pelea con su hermana.─la miré levantando una ceja.─Es tan fastidiosa.─entreabrí la boca.

─¿Con su hermana? ¿Por qué...?─iba a preguntar curiosa por saber más sobre eso, pero mi padre volteó a vernos salvando a mi hermana de mis preguntas.

─Ella es como mi mano derecha desde que murió su madre.─dijo mi padre sin dejar de mirarme, sonreí débilmente asintiendo, Juliana rodó los ojos y yo sonreí victoriosa.

La cena comenzó mientras que los negocios comenzaban su rumbo, Juliana no dejaba de interrumpir y decir estupideces que claramente no tenía ni idea de lo que hablaba, ni de los movimientos, ni de cantidades.

─Entonces Miguel puede modificar ese contrato papi, a veces el abogado de nuestra oficina es tan deficiente.─exclamaba mi hermana como todas las estupideces que ya había dicho.─Igual que la secretaria de Daniela, deberías despedirla o algo.─me señaló, no me pude aguantar más. Tenía que decirle algo, aunque estuviera frente a nuestro socio.

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⏰ Última actualización: Jan 27, 2022 ⏰

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LIMERENCIA.  (CALLE Y POCHÉ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora