LIMERENCIA. (CALLE Y POCHÉ)

Capítulo 6. Concierto

POV Calle

Estaba terminando de firmar un par de cheques junto a unos cuantos contratos con la intensión de entretenerme y despejar mi mente por los regaños y malos tratos de papá cuando se trataba de ciertos movimientos dentro de la empresa.

Germán tenía clientes preferenciales, socios a los que había que tratárseles con el mejor cuidado posible. Estos clientes eran muy importantes para la economía y el alto prestigio de la constructora, por lo tanto, no podía existir ningún error de ninguna parte.

Pero claramente yo no podía firmar algo que estaba inconcluso, que no estaba claro y que tenía algunos vacíos legales que me había explicado el abogado de la constructora.

El señor Gaspar siempre había sido muy claro en lo que ofrecía y en lo que pedía a cambio de los ingresos a la constructora, pero esta vez lo había dejado muy difícil de entender, por lo que me vi en la obligación de rechazar dicha propuesta.

Papá rápidamente corrió hasta mi oficina en cuanto recibió seguramente la llamada de su socio avisándole de lo que había hecho y comenzó a regañarme por lo que había hecho dejándome en claro que mi único trabajo con esos clientes era firmar y callar, sin alegar absolutamente nada.

─Señorita Calle, el señor Arturo está aquí.; dice que quiere hablar con usted.─me avisó mi secretaria a través del teléfono de la oficina. Maldije por lo bajo por el mal momento en el que se le ocurría venir a mi ex prometido.

─Déjalo pasar por favor.─indiqué desganada. No tardó ni dos segundos en aparecerse y en sentarse frente a mi.

Seguía siendo un poquito fastidioso y doloroso verlo rondar por la empresa, pero no podía hacer nada. Eso me pasaba a mi por calabaza.

Por haberme relacionado con un socio de Germán.

─Que guapa estás hoy.─intentó halagarme extendiendo su mano en señal de saludo, la tomé dudosa por la acción y me limité a contestar.─¿Mucho trabajo?─aclaró su garganta mirando los papeles regados en mi escritorio.

─Si, estoy firmando unas cosas.─respondí leyendo la última parte de firmas de un documento.─Por cierto, ¿Me firmas esto?─le extendí el papel observando que necesitaba su firma ahí, me miró de reojo con la pluma en el papel.

─¿Richard?─preguntó leyendo el contrato, asentí con la cabeza impaciente por su firma.─Wow, está dando un ingreso demasiado grande.─abrió los ojos leyendo la cantidad.─¿Qué es lo que pide exactamente?─rodeé los ojos.

─No lo sé, no tengo idea, ni me interesa.─respondí desganada recordando las palabras de mi padre.─Yo solo firmo al igual que tu.─volví a señalar la parte donde iba su firma exigiendo rapidez.

─Debería interesarte porque es nuestra empresa.─contestó firmando de inmediato, cerró los ojos y negó con la cabeza después de darse cuenta de lo que había dicho.─Quiero decir, tu empresa.─sonreí de lado, pero pronto eliminé esa sonrisa al darme cuenta de lo que seguía provocando ese hombre en mi.

─¿Qué es lo que quieres? ¿A qué viniste Arturo?─pregunté en un suspiro prestándole mi total atención esta vez. Situé mis manos entrelazadas en mi barbilla y mis codos sobre el cristal del escritorio.

─Quiero invitarte a un concierto, es de tu cantante favorito.─respondió sacando un par de tickets que indicaban el nombre, la hora y el día del concierto. Me los extendió para que pudiera mirarlos, abrí los ojos al ver de quien se trataba y el día.

El concierto era esta noche.

─Es de reggaetón Arturo.─hablé intentando no reír.─¿No crees que ya estás muy grande para esos conciertos?─fue imposible, solté una carcajada en su cara.