Cap. 1 - 2/2

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¿Dónde estoy? Un bello y hermoso pueblo de calles adoquinadas me rodea, casas hermosas con símbolos extraños en las puertas y ventanas, todo me resulta familiar, como si hubiese estado aquí antes, es de noche y un brillante resplandor rojizo-anaranjado rodea algunas casas, frente a mí, aparece Matt sonriendo, pero su sonrisa es fría, la expresión en sus ojos me da miedo, aun así, tercamente me acerco a él, mientras más cerca estoy de él un terrible dolor se expande en mi pecho e invade mi estómago, ignorándolo continuo hasta estar a un metro de distancia y entonces Matt se hunde en las sombras, en su lugar aparece un chico un poco más alto, su cabello completamente blanco y sus ojos negros como los de un demonio. Al inicio, su expresión es como la de Matt pero poco a poco su sonrisa se borra hasta volverse una mueca de preocupación y de sus ojos se escurre el negro hasta mostrar un profundo iris verde, mi cuerpo se siente frio y entumecido, como cuando se baja la presión sanguínea, el chico se acerca titubeante, extiende su brazo, intenta tocarme pero no lo logra, una espada atraviesa su tórax desde la espalda, la filosa punta de ésta sobresale de su pecho, la expresión en su rostro es de incredulidad y anhelo, un segundo después su cuerpo se desploma frente a mí, sus ojos cerrados y un charco de sangre tiñendo su cabello, entonces un nuevo latigazo de dolor me traviesa desde la cintura y ahora soy consciente de la herida en mi costado, he perdido demasiada sangre y me es difícil mantenerme de pie, siento el deseo de tenderme junto al chico de cabello blanco, de morir entre sus brazos, me hinco frente a él, intentando hacer realidad mi último sueño, pero mi entorno cambia drásticamente, ahora es de día, el chico ya no está frente a mí y el hermoso pueblo fue reemplazado por una amplia y tranquila pradera rodeada de frondosos árboles verdes, la herida en mi costado que me drenaba lentamente la vida ya no está, me sentí fuerte y llena de energía, a lo lejos escucho risas y el chapoteo del agua, entre las voces distingo la de mi hermano y alguien más hablando en un dialecto extraño, puedo sentir la paz emanando del ambiente, se siente tan cálido, equilibrado y… perfecto.

¿Jasper? ¿Qué haces aquí? Te estás perdiendo toda la diversión linda –me volteo bruscamente, detrás de mi esta un chico para nada ordinario pero realmente atractivo, de cabello negro como la noche, piel ligeramente bronceada, ojos tan verdes como las hojas de los árboles que me rodean y labios carnosos y rosados, irresistibles, pero lo extraordinario en él eran un par de enormes alas doradas que sobresalían de su espalda

– Lo siento, solo quería estar sola un momento – ¿Por qué contesté? Y ¿Quién es éste guapo chico?

– Oh… entonces será mejor que me regrese con los demás –contestó dolido, no quería ser grosera con él

– ¡No! Lo siento, no quise ser grosera, por favor quédate –sonrió triunfante, se sentó justo detrás de mí, me rodeó con sus brazos y apoyó su barbilla en mi hombro, todo lo hiso con una total confianza y decisión, como si me conociera de toda la vida, aun así no me sentí incomoda, al contrario, podía sentir su pecho tibio y los latidos de su corazón en mi espalda y olía a menta, limón y sol, me relaje en sus brazos y recosté mi cabeza contra la suya, permanecimos bastante tiempo así, en silencio, sentía como si estuviera en mi hogar

– ¿Sabes? Tal vez deberíamos quedarnos, conseguir una casa o departamento, un par de mascotas –se encoje de hombros– tener hijos… ya sabes, como los humanos –mi cuerpo se tensó y relajó en menos de un segundo, giré la cabeza para verlo a los ojos

– ¿Por qué dices eso? –mi cuerpo se enderezó sin que se lo ordenara y no pensaba decirle eso, había perdido el absoluto control sobre mi cuerpo– ¿Acaso ya no quieres viajar por el mundo, buscando aventuras por doquier?

– Oh linda, sabes que para eso vivo –sonrió pícaro– pero ya he pasado cientos de años recorriendo el mundo, viéndolo cambiar con el paso del tiempo, he vivido guerras y desastres, he peleado con y contra mis hermanos, he vivido ya demasiadas vidas siguiendo un mismo propósito, me gustaría tener una vida en la que sólo me dedique a la mujer que amo, a un trabajo humano, a tener una familia… a ser normal… además que Kay me comento que tu deseabas saber lo que era tener una vida normal… –lo miré largo rato, pensando en casas con enormes jardines, anillos de bodas, perros juguetones, bebés de intensos ojos verdes y cabello negro; no podía vivir así, al menos no ahora, yo soy una guerrera, una aventurera… soy libre, puedo meterme en problemas con quien y cuando yo quiera sin que alguien me diga algo, no puedo vivir en un suburbio tranquilo con niños correteando a mi alrededor, esperando al hombre que trabaja todo el día para mantener esa vida; pero como anticipé, no pude decirle lo que pensaba

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⏰ Última actualización: Apr 09, 2015 ⏰

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Destinos Inciertos: Non Omnis MoriarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora